Las claves de aplicación de la pestañina para una mirada 10

Las últimas máscaras de pestañas del mercado se han sofisticado de tal manera que cada vez es más fácil conseguir una mirada extralarga. Pero debemos pintarnos de la manera correcta para evitar pegotes y demasiada pestañina innecesaria.

¿Cómo aplicarla?

Realmente es muy fácil. Pero debemos hacerlo eficazmente para que el resultado sea de 10. Antes de colocar el cepillo sobre las pestañas, limpiaremos el exceso de máscara que sobre; con ello no tendremos grumos y las pestañas se verán más espesas y separadas.

Posteriormente, situaremos el cepillo desde la raíz de las pestañas hacia las puntas en diversos movimientos o en forma de zigzag. Esperamos a que se seque un poco para darle una segunda pasada repitiendo los movimientos anteriores. Verás que tampoco hace falta gastar excesivo tiempo, si se hace de esta manera todo será más rápido y conseguirás el volumen deseado.

Aunque seguramente lo hemos hecho todas las mujeres, no es recomendable volver a introducir el cepillo varias veces para empaparlo de rimmel porque acaba secándose. Lo normal es girar la pestañina con las manos.

Pestañas rizadas

Para una mirada XXL, siempre podemos hacer uso del rizapestañas. Éste deberá aplicarse antes de la máscara para conseguir algo de volumen y así tu pestañina pueda durar mucho más.

¡Horror: manchas!

Mientras nos pintamos es normal mancharse un poco los ojos y los párpados. Tranquila, que no cunda el pánico, las quitaremos con mucho cuidado con un bastoncillo de algodón y ya estará solucionado. Intenta no tocar las pestañas porque acabas de aplicarte la pestañina y ésta puede correrse.

Pestañas inferiores

Algunas mujeres también aplican la máscara en las pestañas inferiores. En este caso, basta con pintarlas sólo en las puntas. Si tienes ojeras, quizás es mejor no aplicar la máscara en esta parte de los ojos, porque en algún momento del día o de la noche el maquillaje puede desplazarse hacia abajo afeando el contorno de ojos.

La pestañina no es eterna

Las máscaras tienen también fecha de caducidad. De manera que si ves que se ha secado, no insistas mojando el cepillo con agua o aceite, será mejor que compres una máscara nueva. Normalmente y, dependiendo de la frecuencia con la que la utilices, suele cambiarse cada 6 o 9 meses.

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