Deportes • ABR 17 / 2024
Lágrimas de alivio y alegría para el Sao Paulo
Viernes, 15 / Jul / 2005
(dpa) Entre abrazos, risas y lágrimas, los jugadores del Sao Paulo festejaron la goleada por 4-0 sobre el Atlético Paranaense que le aseguró al club brasileño su tercer título de la Copa Libertadores de América.
"Este es el título más importante de mi vida", afirmó el delantero Luizao, quien integró como suplente el plantel de Brasil que se coronó "pentacampeón" en el Mundial de Corea/Japón 2002 y jugó su último partido por el Sao Paulo, ya que prepara su traslado al fútbol japonés.
Entre lágrimas, Luizao recordó que, el año pasado, cuando jugaba por el Botafogo, sufrió una lesión que llevó a muchos analistas a pronosticar el fin de su carrera: "Por eso, tengo todos los motivos para agradecer al Sao Paulo, que me dio la oportunidad de rehabilitarme".
Otro participante de la campaña del "penta", el lateral Junior, aseguró que el título de la Libertadores "tuvo un sabor especial".
La conquista fue aún más especial para el portero Rogerio Ceni, quien jugó hasta hoy 500 partidos por el Sao Paulo, donde ingresó en 1995, dos años después de la conquista del bicampeonato de la Libertadores, en 1993.
"Desde hace muchos años espero este momento. Crecí en este club y sé lo que representa una Libertadores para el Sao Paulo", afirmó el "portero-artillero".
A su vez, el técnico Paulo Autuori, quien asumió el comando del Sao Paulo en el medio de la campaña de la Libertadores, compartió el mérito de la conquista con su antecesor, Emerson Leao.
"Al llegar al club, me encontré con un trabajo que ya estaba en marcha, y traté de adaptarme y de no ser un obstáculo. Valió la pena y, ahora, llegó el momento de festejar. Este grupo no ha logrado sólo la fama, que es algo pasajero, sino también el prestigio, que es eterno", afirmó Autuori.
"Este es el título más importante de mi vida", afirmó el delantero Luizao, quien integró como suplente el plantel de Brasil que se coronó "pentacampeón" en el Mundial de Corea/Japón 2002 y jugó su último partido por el Sao Paulo, ya que prepara su traslado al fútbol japonés.
Entre lágrimas, Luizao recordó que, el año pasado, cuando jugaba por el Botafogo, sufrió una lesión que llevó a muchos analistas a pronosticar el fin de su carrera: "Por eso, tengo todos los motivos para agradecer al Sao Paulo, que me dio la oportunidad de rehabilitarme".
Otro participante de la campaña del "penta", el lateral Junior, aseguró que el título de la Libertadores "tuvo un sabor especial".
La conquista fue aún más especial para el portero Rogerio Ceni, quien jugó hasta hoy 500 partidos por el Sao Paulo, donde ingresó en 1995, dos años después de la conquista del bicampeonato de la Libertadores, en 1993.
"Desde hace muchos años espero este momento. Crecí en este club y sé lo que representa una Libertadores para el Sao Paulo", afirmó el "portero-artillero".
A su vez, el técnico Paulo Autuori, quien asumió el comando del Sao Paulo en el medio de la campaña de la Libertadores, compartió el mérito de la conquista con su antecesor, Emerson Leao.
"Al llegar al club, me encontré con un trabajo que ya estaba en marcha, y traté de adaptarme y de no ser un obstáculo. Valió la pena y, ahora, llegó el momento de festejar. Este grupo no ha logrado sólo la fama, que es algo pasajero, sino también el prestigio, que es eterno", afirmó Autuori.
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