Regulación de la Web: Adiós a la Ley Lleras

La ciudadanía colombiana ha logrado tumbar la  Ley Lleras. La ciudadanía logró hacer entender a los legisladores colombianos que valen más los derechos y libertades civiles de todos, que los derechos de autor de algunos.

Colombia.com - Tecnología
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La ciudadanía colombiana ha logrado tumbar la  Ley Lleras. La ciudadanía logró hacer entender a los legisladores colombianos que valen más los derechos y libertades civiles de todos, que los derechos de autor de algunos.

La propuesta del senador Roy Barreras  esta oficialmente en curso, ya que después de ponderar el derecho a la libertad de expresión y el derecho de autor, se llegó a la conclusión (un poco obvia) de que se debe evitar vulnerar o poner siquiera en peligro las garantías de carácter constitucional.

El Senador Roy Barreras además declaró que:

“el proyecto no ha logrado subsanar las inconsistencias normativas que impiden dar claridad sobre lo que jurídicamente es posible en aras de la protección a los derechos de autor y sus conexos en internet”.

Celebró mucho la decisión y felicito a todos los involucrados en detener esta estúpida e innecesaria ley. Reducir derechos que no se ganaron por arte de magia, no es la forma de proteger los privilegios de algunos autores.

Pero como todos sabemos, la protección de derechos de propiedad intelectual, no tiene límite. Los monopolios culturales, valga la redundancia, son insaciables. Por lo que valdría la pena no bajar la guardia y echarle un ojo al capítulo de propiedad intelectual (PDF)del TLC de Colombia con Estados Unidos el cual se ve fatal, además de que como Roberto Unger ha explicado en detalle, incluír propiedad intelectual en tratados de comercio internacional, es una locura.

Aunque el apartado de propiedad intelectual del TLC indica que no hay obligación para ninguna de las Partes de ”instaurar un sistema judicial para la observancia de los derechos de propiedad intelectual distinto del ya existente para la observancia de legislación”, el texto es demasiado desafortunado, simplemente porque va en la dirección del maximalismo institucional, específicamente de la propiedad intelectual.

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