Por: U.N. • Colombia.com

¿Por qué no usar implantes dentales? No se libran de las bacterias

Actualmente no hay un estudio que muestre cuántos pacientes recurren a las prótesis.

Actualización
Los implantes son considerados la "última tecnología". Foto: Shutterstock
Los implantes son considerados la "última tecnología". Foto: Shutterstock

Actualmente no hay un estudio que muestre cuántos pacientes recurren a las prótesis.

Estos fueron los resultados obtenidos por Asterlis Buitrago Osuna, magíster en Odontología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), después de evaluar el comportamiento de estos implantes que funcionan como un “tornillo” que se instala en el hueso para reemplazar la raíz, y sobre el cual se coloca una corona que sustituye definitivamente el diente faltante.

Foto: Shutterstock

La investigadora considera que este tema es importante porque en los implantes dentales suele desarrollarse una enfermedad conocida como “periimplantitis”, que afecta los tejidos que lo rodean ocasionando una pérdida del hueso en el que se soporta, lo que en algunos casos puede llevar a que la pieza se caiga.

“Cuando esto ocurre, el paciente pierde tiempo, dinero y tejido, lo que quisiéramos evitar a toda costa”, comenta la odontóloga, y añade que esa situación la llevó a estudiar el comportamiento de dos marcas comerciales de implantes ante la filtración de bacterias que pueden llevar al desarrollo de esta enfermedad.

Foto: Shutterstock

¿A qué se debe esto?

Esto ocurre porque el área que se conoce como la interfase implante-pilar (donde se unen el implante y el pilar que lo recubre para facilitar su instalación en el hueso) tiene alto riesgo de falla, debido a que recibe parte del esfuerzo de la carga cuando la persona mastica, generando desajuste, micromovimiento, aflojamiento y fractura del tornillo de fijación, fenómenos que pueden contribuir a la formación de un espacio que permite la movilización de bacterias hacia y desde dentro del implante.

En ese sentido, los implantes de conexión interna cónica han demostrado mejores propiedades, pero cada marca posee particularidades geométricas que cambian su respuesta. Por eso dentro del estudio se evaluó el comportamiento de dos marcas ante la filtración de la bacteria Escherichia coli, que aunque no es una de las más prevalentes en la boca, sí permitía condiciones fáciles para su cultivo, necesarias para el análisis.

Foto: Shutterstock

En la primera fase de la investigación la magíster llevó a cabo una caracterización de los dos tipos de implante, midiéndolos en detalle a través de un microscopio óptico de variación focal Alicona, con el apoyo del Grupo de Investigación en Biomecánica de la Facultad de Ingeniería.

Después de esto se llevó a cabo el experimento biológico en el que se sumergieron los implantes por 36 horas en un medio contaminado con la bacteria y se tomaron muestras para medir la filtración antes y después de someterlo a una carga dinámica que simulaba la masticación del paciente durante un año.

A partir de esto se encontró que la filtración sin carga fue del 20 % para la marca 1 y del 0 % para la 2, mientras que con la masticación la segunda aumentó a un 40 % y la primera disminuyó al 0 %. Esto permite concluir que aunque la interfase es menor en los implantes 1 y más precisa en los 2 –su tamaño varía en menor medida entre muestras–, ninguna conexión fue capaz de impedir el paso de bacterias en un 100 %.