¿Te gusta contar ovejas para dormir?

Que levante la mano la persona que no ha oído nunca o ha contado ovejas para dormir, este es el viejo truco de la abuela y que según varios estudios esto no funciona.

Definitivamente contar ovejas para conciliar el sueño no funciona. Foto: Pixabay
Definitivamente contar ovejas para conciliar el sueño no funciona. Foto: Pixabay

Que levante la mano la persona que no ha oído nunca o ha contado ovejas para dormir, este es el viejo truco de la abuela y que según varios estudios esto no funciona.

Definitivamente contar ovejas para conciliar el sueño no funciona. A esta conclusión, llegaron varios científicos de la Universidad de Oxford, tras realizar varios experimentos que determinaron que no se trata de un método eficaz.

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Para demostrarlo realizaron un experimento con 50 personas, divididas en 3 grupos, de los cuales el primero contó ovejas para intentar dormir, el segundo imaginó escenas relajantes (el campo en primavera, el cielo, una playa paradisiaca...), y el tercero podía escoger por sí mismo el método para combatir el insomnio.

La conclusión, tras el experimento,  fue que imaginar cómo salta a una oveja detrás de otra, resulta demasiado aburrido por lo que se deja de contar antes de conciliar el sueño. 

“Para tratar de dormir en lugar de contar ovejitas, lo mejor es evitar la estimulación lumínica, alejarse de los ruidos y la contaminación acústica, mantener una temperatura ambiental entre 18 y 21 grados y la habitación limpia. Elegir un colchón de firmeza media y no usar almohadas demasiado altas o de plumas y, por último, utilizar el dormitorio únicamente para descansar o para mantener relaciones sexuales”, recomienda Santiago Rojas, asesor de descanso para Americana de Colchones.

Pero, ¿de dónde proviene contar ovejas? El origen es algo incierto, pero casi todas las fuentes apuntan a un antiguo cuento el cual se le contaba a los niños al acostarlos y que tenía una estructura repetitiva y sin fin. Siempre pasaba algo que hacía que fuese inacabable y cuyo final era inventado por la persona que lo contaba en ese momento.

Dentro de este cuento se encontraba la historia del pastor que tenía un rebaño con un gran número de ovejas y debía pasarlas al otro lado del río a través de un estrecho puente. Una por una las ovejas iban pasando y mientras el pastor las contaba.

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