La esquizofrenia necesita ser tratada, podría ser problema de salud pública

La esquizofrenia es un desorden cerebral crónico que afecta a 24 millones de personas alrededor del mundo. En Colombia representa el 1% de la población, al menos en unas 500 mil personas crónicamente afectadas por esta enfermedad.

Esta patología tiende a afectar de manera severa y más frecuentemente a los hombres; normalmente comienza entre los 15 a 20 años pero también hay casos que comienzan tardíamente y casos que comienzan en la infancia. La esquizofrenia puede afectar a todo tipo de individuos y los síntomas pueden variar de una persona a otra, algunos de ellos son:

 

Delirios
Alucinaciones
Distorsiones en el lenguaje
Falta de sentimientos o conductas
Perdida de interés en las actividades cotidianas como, bañarse, arreglarse o vestirse
Sentirse fuera de contacto con otras personas, familiares o amigos
Apatía y/o desinterés
Adicionalmente hay una menor capacidad de experimentar placer.

 

“La esquizofrenia puede causar importantes restricciones para las relaciones interpersonales, el trabajo, el estudio, la salud y la calidad de vida de los pacientes, por lo tanto es importante el impacto negativo social y socioeconómico,  lo cual hace de esta enfermedad un verdadero problema de salud pública” afirma el doctor Jorge Holguin Lew, master en psiquiatría, psicopatología y neuropsiquiatría de la Universidad de Cambridge y profesor departamento de psiquiatría Universidad de Antioquia. 

 

El doctor Holguin añade: “desafortunadamente en Colombia la atención de los pacientes con enfermedades mentales severas y persistentes como la esquizofrenia es inadecuada porque el sistema de salud, pese a que la ley tiene contemplada la atención y rehabilitación integral de los pacientes no se cumple”. Los pacientes con esquizofrenia requieren atención interdisciplinaria, multimodal y continua.  

Si es posible llevar una vida normal

Un buen tratamiento con medicamentos que sean efectivos, bien tolerados y que con los cuales el paciente pueda tener continuidad, sumado a las intervenciones psicosociales, pueden hacer que la gran mayoría de los pacientes lleven una vida con calidad, integrada a la comunidad, trabajando y/o estudiando. “Es cuestión de voluntad social y política. En el país solo algunas entidades de salud mental y algunas fundaciones tienen organizada la atención que los pacientes necesitan, pero debido a factores económicos y al sistema de salud tienen un campo de acción limitado”, señala el Doctor Jorge Holguin.

 

La importancia de no abandonar el tratamiento

Uno de los problemas principales que tiene el tratamiento para la esquizofrenia es la adherencia. Se estima que más de la mitad de los pacientes interrumpen el tratamiento de manera frecuente, lo que lleva a que se pierdan los efectos positivos de éste y presentan recaídas. 

 

Es difícil mantener un tratamiento oral con varios medicamentos de manera constante en el tiempo. Entre más sencillo y menos dosis tenga un tratamiento, más fácil es la adherencia.

 

Por lo anterior, los medicamentos inyectables de larga duración fueron desarrollados justamente con la idea de favorecer la adherencia al reducir las dosis mensuales a una o dos.  Esto facilita que el paciente no tenga que estar pendiente de la medicación a diario. Adicionalmente, señala el doctor Holguin, los nuevos medicamentos de segunda generación como la risperidona de depósito y el palmitato de paliperidona en general son mucho mejor tolerados y permiten dosificaciones más adaptadas a las necesidades del paciente que los medicamentos de primera generación.

 

Estos medicamentos están incluidos en el POS y en caso de necesitarse el palmitato de paliperidona, que tiende a ser mejor tolerado, se puede solicitar a través del CTC. Por lo general solo se necesita una disposición favorable del paciente y la prescripción adecuadamente justificada por parte del médico tratante. Para el doctor Holguin, el principal problema es que algunas EPS son reacias a acceder a la prescripción del tratamiento o con cierta frecuencia al despacho oportuno, lo cual entorpece el tratamiento.  

 

Justamente, en Colombia, se publicó recientemente la ley de salud mental, Ley 1616 del 21 de Enero de 2013, enfocada en los derechos que tienen los pacientes con algún trastorno mental a recibir atención especializada e interdisciplinaria, así como a recibir los tratamientos con la mejor evidencia científica de acuerdo a los avances y desarrollos de las casas farmacéuticas.