Obesidad: la única discapacidad que es reversible

Si usted ha aumentado de peso en los últimos meses y eso le ha repercutido en su estilo de vida, este es el momento ideal para generar un cambio a su favor, en pro de su salud. El secreto está en alimentación balanceada y actividad física constante, afirma Pediatra Endocrinólogo.

Colombia.com - Vida y Estilo
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Si usted ha aumentado de peso en los últimos meses y eso le ha repercutido en su estilo de vida, este es el momento ideal para generar un cambio a su favor, en pro de su salud. El secreto está en alimentación balanceada y actividad física constante, afirma Pediatra Endocrinólogo.

Comencemos por recordar que la obesidad es una condición multifactorial, asociada con variables como la genética, los inadecuados hábitos alimenticios y la falta de actividad física, así que si usted comienza a trabajar en ellos podrá frenar procesos que le impidan desarrollarse como en el pasado.

La Secretaría de Salud del Reino Unido confirmó, mediante una investigación, que cuando una persona deja que la obesidad avance, es capaz de perder algunas facultades, al punto de imposibilitarle asumir muchas tareas o actividades que antes realizaba sin problemas.

Los expertos ingleses señalan que “la persona no solo se fatiga con acciones mínimas, sino que requiere de más tiempo y ayuda para lograr cualquier misión que se proponga. También pone en riesgo su organismo al exigirle más esfuerzo para caminar, respirar e incluso descansar”. Otro de los aspectos que valoran los investigadores son los emocionales, pues la persona tiende a desanimarse y su autoestima se derrumba.

Pero no todo son malas noticias. El endocrinólogo y pediatra nicaragüense, Enrique Medina, explica que “si bien la obesidad es un mal que limita física y emocionalmente a una persona, puede revertirse, condición que no ocurre con todas las discapacidades”.

Para poder ganar esa batalla, primero se debe conocer bien al “enemigo” y recordar que  usted tiene el control de su cuerpo, no a la inversa.

Señales para actuar

La obesidad, en cualquiera de sus etapas, es una condición que debe motivar a la persona a actuar, ya que es el detonante de muchas otras enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión y los problemas cardiacos.

“Para conocer qué tanto le limita la obesidad para su desarrollo personal, debe acudir a un médico o nutricionista para que le determine el índice de masa corporal (IMC). Si este índice está por encima de los 30  kg/m² eso quiere decir que ya está en un nivel que deber ser atendido con rapidez, pero si sube por encima de los 40  kg/m², es señal de que las consecuencias de la discapacidad ya están afectando su diario vivir y la hora de actuar es ya” afirma el endocrinólogo y pediatra nicaragüense.

Otra forma de determinar las señales de la obesidad peligrosa en el cuerpo es analizando su abdomen y cintura. Tome una cinta métrica, si al rodearlo suma más de 94 centímetros (hombres) u 84 centímetros (mujeres) es claro que los niveles de grasa son altos.

Hora de actuar

“La causa fundamental de la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas; a eso se le unen otros factores como los genéticos que muchas veces frenan los procesos de pérdida de peso en la persona”, afirma Medina.

Para poder manejar todos los factores que propician la obesidad, es necesario un abordaje integral, que no sea de restringir alimentos, sino de aprender a comer equilibradamente. El siguiente recuadro revela cuatro de las principales acciones que usted tiene a mano para poder atacar ese mal y evitar que evolucione a discapacidad.

“En esta lucha hay que ser realista, no podemos acabar con esa condición de un día para otro. Debemos estar claros de dónde se parte y hacia dónde debemos avanzar. En ese sentido, el compromiso personal es clave” destaca el especialista.

Para que ese reto sea más viable de alcanzar, se recomienda comenzar a hacer los ajustes en la alimentación y la actividad física progresivamente. Por ejemplo, no satanice los alimentos; recuerde que no hay alimentos buenos o malos, sino dietas mal balanceadas.