Colombia pide a Ortega que le ayude a "sepultar" a las Farc

Colombia instó al mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, a que ayude al Gobierno del presidente Álvaro Uribe a "sepultar el cadáver de las Farc" y le pidió que no se "sepulte" con ellos.

Así lo afirmó el embajador colombiano ante la Organización de Estados Americanos, OEA, Camilo Ospina, en la sesión ordinaria del Consejo Permanente del organismo interamericano, en la que denunció la "actitud hostil" de Ortega hacia Colombia, su pueblo y su democracia por "su apoyo directo" al "grupo terrorista" de las Farc.

En su protesta verbal ante los 34 países miembros de la OEA, Ospina aseguró que Colombia distingue muy bien entre un pueblo "honesto y trabajador" y un mandatario que "protege a terroristas", "quita de la boca de sus ciudadanos miles de dólares" para transportarlos a su territorio, los atiende como "princesas" y "viola la ley internacional".

El diplomático señaló que la "flagrante" violación del derecho internacional de Nicaragua es clara cuando Ortega "se solidariza con el grupo terrorista de las Farc, cuando protege a sus integrantes y cuando les ofrece diálogo y promueve sus actividades".

Ospina se refirió a la reciente presentación en público de dos presuntas guerrilleras de las Farc a las que Nicaragua dio asilo, así como a la calificación de "hermanos" que el mandatario nicaragüense utilizó para dirigirse a la guerrilla, y a las informaciones que aseguran que seis guerrilleros viajaron a Nicaragua para asistir al 29 aniversario de la Revolución Sandinista.

El embajador colombiano ante la OEA advirtió a Ortega que exigirá una investigación judicial ante la Justicia nicaragüense y las debidas sanciones si se verificara que el mandatario se reunió realmente con esa delegación de las Farc.

"Si efectivamente se comprobara que el señor Ortega se reunió con terroristas buscados internacionalmente y no cumplió con sus obligaciones legales, pedimos a la Justicia nicaragüense que investigue y sancione dicha conducta, que viola claramente los compromisos internacionales en la lucha contra el terrorismo".

Ospina también pidió que la OEA "esté atenta" al cumplimiento de esas obligaciones por parte del mandatario nicaragüense.

El embajador calificó de "grave" la conducta de Ortega y señaló que Colombia no va a pedir sanciones porque entiende que la actitud "irresponsable de un mandatario no puede dar lugar al castigo de un pueblo comprometido con la democracia".

En este sentido, prometió que Colombia no hará nada que perjudique al pueblo nicaragüense, pero actuará contra Ortega en la "oportunidad correcta".

Ospina rechazó la "injerencia" de Ortega en los asuntos internos de Colombia y acusó a Nicaragua de "proscribir los partidos políticos de la oposición", de "perseguir la prensa libre", de "apoyar al terrorismo" y de cometer "muchas otras injurias a la democracia y a la libertad".

Por ello preguntó a la OEA si la Carta Democrática Interamericana sigue vigente o no.

Por último, Ospina se dirigió a Ortega pidiéndole: "ayúdenos a sepultar el cadáver de las Farc, no se sepulte con ellos".

El embajador nicaragüense ante la OEA, Denis Ronaldo Moncada, comenzó su intervención con un contraataque a Colombia, dado que optó por denunciar el "insistente deprecio y la violación" al derecho internacional de ese país, al negarse a cumplir la resolución de la Corte Internacional de Justicia, CIJ, sobre la frontera marítima entre Colombia y Nicaragua en el mar Caribe.

Sobre el viejo litigio entre ambos países, Moncada acusó a Colombia de "amenazar" a su país con el uso de la fuerza con el despliegue de su fragata naval en el mar Caribe.

Por ello, exigió a Colombia que respete la soberanía de Nicaragua en el mar Caribe y "retire su amenazante fragata".

El embajador nicaragüense también acusó a Colombia de aplicar el "terrorismo de estado" que afecta a la región, de ser un "narcoestado" y una "plataforma productiva de drogas" que convierte a muchos países en zonas de tránsito.

En este sentido, Moncada advirtió que Nicaragua se reserva el derecho de acusar a Colombia por crímenes internacionales".

En una respuesta más directa a la denuncia de Colombia, el diplomático defendió que las Farc son un "movimiento de liberación nacional" y que su país "está obligado" a dar asilo a personas perseguidas y que fueron "víctimas del ataque de terrorismo de estado y de las atrocidades" del Gobierno colombiano.

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