Chirac no olvida a Ingrid Betancourt

El presidente francés, Jacques Chirac, asegura que no se olvida de Ingrid Betancourt, secuestrada desde hace cinco años por las FARC, y que Francia hace "todo lo que puede" para lograr su liberación, en una carta enviada hoy a la madre de la rehén.

Mientras sigue este "interminable" calvario, "deseo decirle que yo no olvido", escribe el presidente galo en su mensaje a Yolanda Pulecio, difundido por el Elíseo.

Chirac asegura que Betancourt y su colaboradora Clara Rojas, secuestradas el 23 de febrero de 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "pagan el precio de sus ideales de justicia y de verdad".

Defiende la actuación del Gobierno francés, duramente criticada en los últimos días por la hija de Ingrid Betancourt, que acusa a París de no presionar lo suficiente al presidente colombiano, Álvaro Uribe, para que acepte un canje de rehenes por guerrilleros presos.

Chirac indica a Pulecio que el Ejecutivo francés hace "todo lo que es posible" y que él vigila "personalmente" para que se mantenga una "movilización permanente".

"Esté segura de la solidaridad de Francia y de los franceses hacia Ingrid y de mi determinación personal para obtener cuanto antes su liberación", señala.

Pide a Pulecio que haga saber a sus "hijos y nietos que las autoridades francesas prosiguen sin descanso los esfuerzos para acabar con este drama".

Mélanie Betancourt, la primogénita de la candidata secuestrada, se ha mostrado en los últimos días muy crítica con París, al que ha acusado de falta de voluntad política.

Ni ella, ni su hermano menor Lorenzo, ni su padre y ex marido de Ingrid Betancourt, Fabrice Delloye, participaron hoy en un acto del ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, en recuerdo de la rehén, en víspera del quinto aniversario de su secuestro.

"No queremos posar en una foto sonrientes junto al ministro, cuando tenemos el sentimiento de que no ha hecho lo que tenía que hacer", aseguró Mélanie unas horas antes, tras reunirse con la candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal.

Astrid Betancourt, hermana de la política colombiana secuestrada, sí que acudió a la cita con Douste-Blazy y, en contra de la opinión de sus sobrinos, defendió la actuación de Francia.

"El Gobierno francés hace lo que está en su mano e incluso más", aseguró Astrid, quien recordó que en quince ocasiones un emisario francés se ha reunido con miembros de las FARC.

Afirmó que Chirac "corrió el riesgo ante sus socios de la Unión Europea" de enviar un emisario, pese a que las FARC estaban consideradas como una organización terrorista y eso suponía que "Francia entraba en contacto directo con terroristas".

La hermana de Ingrid Betancourt justificó la postura de sus sobrinos en que se sienten "tristes por la ausencia de su madre y que han pasado buena parte de su adolescencia sin ella".

"Comprendo que para estos niños haya sido durísima la ausencia de mi hermana (...) es la expresión de una profunda tristeza de una niña que de los 16 a los 21 años se ha construido en ausencia de su madre", recalcó Astrid, quien alabó el "admirable" trabajo de Mélanie para que no se olvide a Ingrid.

Astrid argumentó que no hay que "desacreditar al Gobierno francés ante las FARC, sino reforzarlo para que sea un interlocutor fuerte y pueda obtener resultados".

Douste-Blazy, por su parte, hizo un llamamiento a Uribe y a las FARC para que trabajen por un acuerdo humanitario de canje, al tiempo que pidió al presidente colombiano que renuncie a la solución militar para rescatar a los rehenes.

Con información de EFE