Boris Johnson es ridiculizado por medidas contra la COVID-19 cuando hubo fiestas en su equipo

El aumento de los casos de contagio en el viejo continente de la COVID-19 en las últimas semanas y la aparición de la variante ómicron tiene en alerta a las autoridades, muchas de las cuales no quieren correr más riesgos y tomar medidas que detengan la situación.

Europa ha tomado medidas como la de limitar el ocio nocturno a través de pasaportes sanitarios, el retorno del teletrabajo, el uso obligatorio del tapabocas, el cierre de colegios y el freno a los turistas extranjeros.

En un caso que tiene dividido al Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson ha sido criticado por imponer por estos días unas fuertes restricciones a la población mientras su equipo asistió a fiestas el año pasado, así sucedió cuando se conoció que hubo una reunión de navidad organizada en Downing Street en 2020 cuando la población se encontraba en cuarentena y tuvo que celebrar esta época con muchas limitaciones.

Boris Johnson, de 57 años y nacido en los Estados Unidos de padres británicos, se encuentra en el ojo del huracán por este hecho y además su popularidad ha descendido notoriamente, además anunció el nacimiento de su hija en momentos de alta convulsión política y social en el Reino Unido.

Boris Johnson ha tomado medidas para frenar al alto número de casos de contagio por la COVID-19, una de ellas es hacer que muchos trabajadores retornen al teletrabajo y también pasaportes sanitarios para ingresar a estadios y centros nocturnos, pero consideró que estaba “bien” mantener las fiestas de navidad en el teletrabajo, una tradición británica que representa ingresos para bares y restaurantes, solo que pidió prudencia en ellas.

La prensa británica, como el Daily Telegraph acusa a Johnson de hipócrita y hace burlas diciendo que el mandatario pide que “No vayas al teletrabajo, pero ve a las fiestas”, y, además, desde hoy el tapabocas es obligatorio en sitios públicos cerrados.

Mientras hay revuelo en el Reino Unido, en el resto de Europa quieren enfrentar el “resurgimiento de la COVID-19” con seriedad, por eso países como Dinamarca cerrará escuelas y limitará el ingreso a clubes de ocio, Francia cerrará las discotecas y sitios de baile, Noruega declarará obligatorio el uso del tapabocas y no venderá alcohol después de la medianoche y Suecia exigirá pasaporte sanitario para ingresar a diferentes eventos.

Europa vivirá una navidad con muchas restricciones, pero las autoridades las consideran necesarias en vista de los nuevos casos de contagio y también porque la variante ómicron de la COVID-19 puede causar serios estragos.