El Rey Pelé fue tentado por la política y llegó a ser ministro de Deportes de Brasil

El mundo del fútbol llora la muerte de O´Rey Pelé en momentos en los que muchos han zanjado la discusión sobre quién es el mejor de la historia, si el brasileño o Diego Armando Maradona, un astro que abandonó la cancha de la vida hace poco más de dos años; conclusión: un tal Messi parece imponerse en días post mundial de Catar.

Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, aunque muchos prefieren llamarlo O’Rey, fue un monarca que labró su corona con los pies, pero como se hizo rey perteneciendo a la casa real del fútbol, se dejó tentar por los encantos de la política, un terreno en donde no le era tan fácil desmarcarse, hacer una pared o tirar un túnel.

Durante gran parte de su carrera, Pelé vivió en un Brasil dominado por una dictadura militar que reprimía todo aquello que no le gustaba, pero como el fútbol en el país de la zamba es una religión, el nacido en un pueblo del estado de Minas Gerais llamado Tres corazones era considerado casi un Dios.

Cuando a Pelé le preguntaban sobre algún suceso o posición política, prefería pasar por inocente o hasta ignorante y afirmaba que no sabía del tema, el rey sabía de fútbol, de nada más, por eso su sonrisa ante tales preguntas parecía fingida, pero optaba por ello, porque quería mantener su trono.

Entre 1994 y 1998, Edson Arantes do nascimento fue ministro de Deportes de Brasil en el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, a pesar de que parecía declinar la oferta del mandatario argumentando sus ocupaciones como empresario en Japón y los Estados Unidos.

Pelé no la tuvo fácil en el Ministerio de Deportes de Brasil y se le criticó su inexperiencia política, además no contó con el apoyo de toda la clase dirigencial de su país, pero logró dejar huella al promulgar una ley, a la que llamaron popularmente “Ley Pelé”, que dictaba que todo jugador de fútbol que acababa su contrato con su club debía serle renovado automáticamente o dejársele libre para negociar con el equipo interesado en sus servicios.

Al Rey Pelé le propusieron ser político, pero de esos que logra votos en las urnas, algo a lo que se negó para no ennegrecer su fama de máximo astro del fútbol mundial. El gran 10 fue cercano a políticos de diversas corrientes, aunque los brasileños más viejos le criticaron su mansedumbre con la dictadura militar que estuvo en el poder por más de 20 años y que finalizó en 1985.

La habilidad de Pelé pasó de la magia con el balón a la de manejar una imagen publicitaria con gambetas similares a las que realizaba en las canchas, el Rey Pelé fue exitoso empresario, y con la política no anotó sus mejores goles, algo que para muchos fue una más de tantas anécdotas del único futbolista campeón mundial en tres ocasiones con su selección: el 'Scratch do ouro'.