Estados Unidos preocupado por otra pandemia, la de los no vacunados

Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia originada por la COVID-19 desde que esta fue declarada en marzo de 2020, y aunque el programa de vacunación de este país es el más agresivo y veloz, gracias a su infraestructura, capacidad y por ser fabricante de las vacunas más famosas y apetecidas en el mundo, sus números de fallecimientos siguen siendo elevados.

Cualquier persona que como espectador de la televisión observa una competencia deportiva o mira un noticiero, puede darse cuenta de que la vida en los Estados Unidos está retomando la misma normalidad tradicional, los espectáculos deportivos y musicales volvieron a tener cabida en la tierra del Tío Sam, y hasta se ha desestimado el uso de los tapabocas con acciones legales.

Con fecha de corte al 16 de julio, los Estados Unidos reportan que 161 millones de sus habitantes se encuentran completamente vacunados contra la COVID-19, lo que indica que el 49% de su población ha recibido los biológicos contra el SARS-CoV-2, mientras que un poco más de 185 millones han recibido una sola dosis.

Estados Unidos cuenta con una población estimada por el último censo realizado en 2019 de 328.2 millones de habitantes, y desde la llegada de la COVID-19, 35 millones de estadounidenses han contraído el virus y las personas que han fallecido por esta causa suman 608.000.

El presidente Joe Biden ha sido impulsor de una masiva vacunación en territorio estadounidense, si bien está tuvo una impresionante velocidad en algunos meses, en las últimas semanas experimenta un estancamiento por la gran cantidad de personas que no desean vacunarse a pesar de lo fácil que resulta hacerlo en este país, que incluso, ha permitido que viajeros de todo el mundo puedan inocularse en su territorio.

Esta situación de personas sin vacunarse se ha denominado como la nueva pandemia, pues el escepticismo de un grueso número de la población podría echar al traste la anhelada inmunidad de rebaño en la potencia mundial.

En la última semana los casos de contagio han crecido en un 70%, mientras que los fallecimientos lo han hecho en un 26%, las autoridades estiman que en el 99% de los casos, las personas que perdieron la vida no se habían vacunado contra este mortal virus.

En los estados de Alabama, Arkansas, Georgia, Mississippi, Missouri y Louisiana han crecido los contagios y también los fallecimientos por la COVID-19, justamente en estos lugares, la vacunación registra sus menores índices.

La Casa Blanca advierte que la desinformación es la causante de que cientos de miles de personas no quieran vacunarse y acusa a China y Rusia de una campaña en la que equivocadamente afirman que las vacunas estadounidenses tienen graves efectos secundarios, entre ellos la disfunción eréctil e infertilidad.

El gobierno de los Estados Unidos trabaja para lograr convencer a su población de vacunarse en su totalidad y no hacer caso a la malintencionada información que existe en las redes sociales en contra de las vacunas contra la COVID-19.