La tierra registra la más alta concentración de dióxido de carbono desde que se miden sus niveles

Ni la pandemia y sus obligados confinamientos y restricciones a la movilidad han logrado la reducción de dióxido de carbono en la atmósfera, y desde que esta concentración comenzó a medirse en el año de 1958 desde el observatorio de Mauna Loa en Hawái, este año 2021 alcanzó su nivel más alto.

De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOOA) en mayo de este año, la barra de 419 partes por millón (p.p.m.), unidad utilizada para superar la medición del aire fue superada y en la medición no se encontró “ninguna señal discernible de la disrupción causada en la economía mundial por la pandemia de COVID-19”.

Los científicos han determinado que la carga atmosférica de dióxido de carbono actual es comparable con la que existía en el planeta hace 4 millones de años aproximadamente, por aquella época se estima que era de 400 p.p.m.

Pieter Tans, científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos indicó que “si queremos evitar un catastrófico cambio climático, la prioridad más alta debe ser de reducir a cero la polución con dióxido de carbono lo antes posible”.

En promedio, cada año son agregadas a la atmósfera 40.000 millones de toneladas métricas de polución y a pesar de compromisos de los países, el asunto no presenta ninguna mejoría y la climatología del planeta se ve seriamente afecta, cada año los desastres naturales por lluvias, inundaciones, sequias, huracanas, entre otros, son más devastadores.

La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la causante del recalentamiento del planeta o efecto invernadero debido a que este gas retiene el calor que puede mantenerse en ella y en los océanos durante millones de años. La combustión de energías fósiles utilizadas en transporte y electricidad y en fabricación de cemento, y desde luego, la deforestación, generan este gas que está convirtiendo la situación en alarmante y posiblemente irreversible de continuar así.

El planeta no ha logrado revertir los aumentos en los niveles de dióxido de carbono y a pesar de múltiples negociaciones no existe solución a la vista, mientras vemos cómo el planeta cada vez está más enfermo.