Por: David Ferrer • Colombia.com

Maduro afirmó que el Catatumbo fue "liberado" del narcotráfico gracias a Venzuela y sus fuerzas armadas

Narcotráfico y fronteras vuelven al debate tras el anuncio de Maduro sobre operaciones “perfectas”. Intereses políticos chocan en la frontera.

"Parece que no les importara su país” Indicó Maduro tras afirmar que se ha intentado comunicar con las fuerzas colombianas y ha fallado. Foto: EFE
"Parece que no les importara su país” Indicó Maduro tras afirmar que se ha intentado comunicar con las fuerzas colombianas y ha fallado. Foto: EFE

Narcotráfico y fronteras vuelven al debate tras el anuncio de Maduro sobre operaciones “perfectas”. Intereses políticos chocan en la frontera.

La reciente declaración de Nicolás Maduro, afirmando que el Catatumbo ha quedado “liberado del narcotráfico colombiano” gracias a la “fusión popular-militar-policial”, pone en el centro del debate la eficacia y la cooperación en la seguridad de la región.

Con una frontera de 2.219 kilómetros compartida entre Colombia y Venezuela, este anuncio reaviva las diferencias diplomáticas y cuestiona el verdadero alcance de las operaciones en terreno.

Cooperación en jaque

Maduro reprochó la falta de respuesta de las autoridades colombianas a las llamadas de sus fuerzas armadas, acusando a Bogotá de desatender el problema:

“Del lado colombiano nadie contesta el teléfono… parecen no importarles los vecinos ni su propia frontera”.

Al mismo tiempo, Maduro exigió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) mantener “mano de hierro” para desmantelar las redes de tancol y garantizar “la tranquilidad de las comunidades” del Catatumbo.

Impacto en las comunidades fronterizas

Detrás de la retórica beligerante, los pobladores de la zona viven una realidad contradictoria. Sectores agrícolas y comerciantes locales narran que, si bien se han visto retenidos decenas de vehículos y apreendidos cargamentos de droga, más de 100 toneladas incautadas desde 2022, según datos oficiales venezolanos, persisten reportes de asaltos, extorsiones y desplazamientos forzados por la presencia de grupos armados.

La falta de coordinación entre los dos gobiernos ha dejado a los habitantes en un limbo: sin canales claros para denunciar y con reducida confianza en las instituciones.

Para la oposición venezolana y para sectores de la sociedad civil colombiana, el anuncio de “liberación” parece más una jugada política que una victoria definitiva.

Aunque la “Operación Relámpago del Catatumbo” se reactivó en 2023 con el fin de contener el flujo de cocaína y de milicias ilegales, los especialistas advierten que el narcotráfico se adapta y muta, aprovechando la ausencia de una estrategia binacional sólida.

La reciente escalada de acusaciones por parte de Gustavo Petro, quien en redes sociales vinculó al ELN y al Clan del Golfo con colaboraciones en territorio venezolano, encendió aún más la polémica. Caracas respondió con una nota de protesta, tachando de “infundadas” esas imputaciones y resaltando su rol en los diálogos de paz con las disidencias de las Farc y el ELN.

Sin embargo, la falta de reuniones bilaterales formales mantiene suspendida cualquier hoja de ruta conjunta para la seguridad. Al cumplirse más de un año de la reactivación de estas operaciones, la frontera colombovenezolana sigue siendo terreno de disputa.

Para que las comunidades recuperen la paz, analistas coinciden en la necesidad de retomar el diálogo directo, reforzar la cooperación técnica y asegurar que la población local participe en la vigilancia y la reconstrucción social. Solo así podrá hablarse de un triunfo sostenible contra el narcotráfico y de una verdadera garantía de seguridad en el Catatumbo.

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