Gustavo Petro teme que la juventud caleña quiera ser formada para convertirse en obrera

Durante la crisis social que se “destapó” con ocasión del paro nacional, la ciudad de Cali se convirtió en la sede de la revuelta popular, la protesta evidenció problemas de vieja data, que, sin ser ajenos en el resto del país, presentan en la capital vallecaucana una complejidad particular.

Mientras el Gobierno y las autoridades policiales estigmatizaron a los jóvenes participantes de marchas, protestas y bloqueos, debido a que muchos de ellos realizaron en medio de los mismos, actos de delincuencia y pillaje, la oposición y diversos estamentos de la sociedad coincidieron en que la intervención social en favor de la juventud es una deuda histórica y una necesidad imperante, pues la represión no es la solución a décadas de abandono y de ausencia de políticas en favor de su bienestar.

La juventud caleña perteneciente a los comités de paro, al igual que la que no participa de ellos, reclama inversión social, oportunidades laborales y de formación académica como únicas herramientas para erradicar la delincuencia, el desempleo y la miseria que azotan a la capital del departamento del Valle del Cauca.

El gremio empresarial afincado en el departamento ha sido duramente criticado por su posición frente al asunto, sin embargo, Harold Eder, una de las principales cabezas del Ingenio Manuelita, uno de los más grandes y reconocidos del país, afirmó que reconoce la indiferencia del empresariado de la región, también es consciente de que a este le ha faltado humildad y considera que se debe ir a buscar a los jóvenes y prepararlos mejor para el mercado laboral.

Ante estas declaraciones, Gustavo Petro, líder de la Colombia humana dio su opinión en twitter: “El empresariado caleño trata de reaccionar para abrir el diálogo, pero me preocupa que vean a la juventud como la posible fuente de obreros para sus empresas. El esfuerzo debe hacerse en ampliar la educación pública superior y permitir las cooperativas productivas juveniles”.

El Valle del Cauca conforma un importante conglomerado agroindustrial en el que tradicionalmente la producción de caña de azúcar y su refinación son fuentes importantes de empleo y convocan un importante número de obreros en varios municipios del departamento.