Héctor Jaime Pinilla, director del IDU, renuncia al cargo
Héctor Jaime Pinilla, director del IDU, renuncia, por falló una tutela, en favor de los
intereses de los contratistas de la Cooperativa Coopmunicipal, Coespro
y Mauro's Food.
Colombia.com - Actualidad
Héctor Jaime Pinilla, director del IDU, renuncia, por falló una tutela, en favor de los
intereses de los contratistas de la Cooperativa Coopmunicipal, Coespro
y Mauro's Food.
Al suspender la caducidad que había oficializado el Instituto a su cargo contra los contratistas en mención, por el incumplimiento en la obra de ampliación de la calle 153.
Esta obra adjudicada por un valor de 16.000 millones de pesos en al año 2009, debía haber sido entregada a la ciudad hace 4 meses, pero a la fecha se encuentra abandonada presenta un avance inferior al 50 por ciento.
Estos trabajos fueron pagados por los bogotanos a través del impuesto de valorización, y por esta misma obra anteriormente se le habían iniciado al contratista dos procesos de multa por incumplimiento, equivalentes a 800 millones de pesos.
El primero de dichos procesos se inició en agosto del 2010, y obedecía a los atrasos en el cronograma de obras, y el segundo en diciembre de 2010 por la supuesta falta de recursos financieros, humanos, y de equipos para el cumplimiento del contrato.
La calle 153, conocida como la avenida sirena, tiene 1.8 kilómetros de longitud y después de la caducidad iba a ser construida por la firma aseguradora Royal & SunAlliance.
Con una rosa amarilla y el fallo de tutela en mano, el director del Idu enterró la flor en medio de la vía y señaló que de esa misma manera se estaban enterrando los recursos de los bogotanos y se estaba paralizando la obra por 4 meses más, mientras el juez que según él favoreció los intereses de los contratistas incumplidos, define la situación contractual.
Una de las empresas que están involucradas en este caso pertenece a Julio Gómez, relacionado con el 'carrusel' de la contratación en Bogotá.
Esta obra adjudicada por un valor de 16.000 millones de pesos en al año 2009, debía haber sido entregada a la ciudad hace 4 meses, pero a la fecha se encuentra abandonada presenta un avance inferior al 50 por ciento.
Estos trabajos fueron pagados por los bogotanos a través del impuesto de valorización, y por esta misma obra anteriormente se le habían iniciado al contratista dos procesos de multa por incumplimiento, equivalentes a 800 millones de pesos.
El primero de dichos procesos se inició en agosto del 2010, y obedecía a los atrasos en el cronograma de obras, y el segundo en diciembre de 2010 por la supuesta falta de recursos financieros, humanos, y de equipos para el cumplimiento del contrato.
La calle 153, conocida como la avenida sirena, tiene 1.8 kilómetros de longitud y después de la caducidad iba a ser construida por la firma aseguradora Royal & SunAlliance.
Con una rosa amarilla y el fallo de tutela en mano, el director del Idu enterró la flor en medio de la vía y señaló que de esa misma manera se estaban enterrando los recursos de los bogotanos y se estaba paralizando la obra por 4 meses más, mientras el juez que según él favoreció los intereses de los contratistas incumplidos, define la situación contractual.
Una de las empresas que están involucradas en este caso pertenece a Julio Gómez, relacionado con el 'carrusel' de la contratación en Bogotá.