Humberto De La Calle cumple 73 años

Aunque estuvo fuera de la vida política durante algunos años, De La Calle es hoy por hoy uno de los líderes de opinión más influyentes del país, es ex ministro, ex magistrado, ex vicepresidente, y ex candidato presidencial. Aquí te contamos algunos datos de su vida.

Humberto De La Calle Lombana nació en Manzanares, Caldas, el 14 de julio de 1946. Hijo de una familia intelectual de pensamiento liberal en un pueblo que para aquella época era de inclinaciones conservadoras. En 1947, primeros comienzos de La Violencia, la familia tuvo que huir del municipio en menos de 24 horas por amenazas contra sus vidas. De allí se desplazaron hacia Pereira y posteriormente hacia el barrio Campo Hermoso, a las afueras de Manizales.

Estudió en el Colegio Mayor de Nuestra Señora, un destacado colegio privado de Caldas de la Arquidiócesis de Manizales. En su época de bachiller ya mostraba algunos rasgos rebeldes que se acentuaron aún más con su interés por el movimiento nadaísta. Ya por aquellos años tuvo sus primeros acercamientos al periodismo como director del periódico estudiantil Juventud.

Esos años de rebeldía son recordados por de La Calle como sus primeras crisis existencialistas, en las que las travesuras y las locuras de la juventud lo llevaron a cometer “herejías”. En algunas entrevistas ha revelado que sus primeros discursos los hizo en el cementerio del pueblo como un acto de insubordinación, entrenamiento que de alguna forma le sirvió para la vida política. Posteriormente, De La Calle se graduó como abogado de la Universidad de Caldas en 1969, habiendo incursionado ya en la vida intelectual como activista y como poeta.

Algunos de sus primeros trabajos fueron como profesor universitario de su alma mater y como funcionario público de Caldas. Posteriormente en 1982 tomó el cargo de Registrador Nacional del Estado Civil y en 1986 fue convocado para tomar el cargo de Magistrado de la Corte Suprema de Justicia tras la crisis que vivía el organismo por la Toma del Palacio de Justicia en 1985.

En 1991 fue nombrado Ministro de Gobierno durante la administración de Cesar Gaviria. En este cargo Humberto De La Calle fue el representante de gobierno en la conformación de la Constitución de 1991, en la que trabajó en compañía de Álvaro Gómez Hurtado, Antonio Navarro Wolf y Horacio Serpa.

Humberto De la Calle junto a Antonio Navarro y Álvaro Gómez en la Constituyente de 1991  Foto: Twitter/@danrochab

Humberto De La Calle también fue el primer político en ocupar el cargo de Vicepresidente tras la abolición del puesto en 1910. Asumió la vicepresidencia durante el gobierno de Ernesto Samper en 1994, sin embargo, tras revelarse el escándalo del Proceso 8000 por el ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña de Samper renunció al cargo. Tras su salida asumió puestos diplomáticos como embajador en España y Reino Unido.

En 2012 De La Calle fue designado por Juan Manuel Santos como Jefe del Equipo Negociador del Gobierno con las Farc, cargo en el que luego de cuatro años de diálogo logró poner fin al conflicto armado más largo de América Latina. Este es el logro que más le ha dado trascendencia y por el que pasará a la historia de Colombia como un gran negociador.

Firma del acuerdo de paz con las Farc en el Teatro Colón. Foto: Twitter/@FrancoOvalle

Fue candidato presidencial por el Partido Liberal en las elecciones de 2018, logrando cerca de 350 mil votos bajo la consigna de proteger los acuerdos de La Habana. Aunque la victoria en estos sufragios fue para Iván Duque Márquez, De La Calle se consolidó como un dirigente político promisorio para sectores que defienden la paz.

En la actualidad Humberto De la Calle se dedica a dar conferencias acerca de su papel en la paz de Colombia. Durante su vida una de sus grandes pasiones ha sido la escritura, a inicios de este año publicó “Revelaciones al final de una guerra”, libro en el que plasma varias anécdotas y pensamientos que lo acompañaron durante los años de negociación con las Farc. En la actualidad De La Calle es un férreo defensor de lo pactado en Cuba y un constante crítico de los incumplimientos que se han registrado.