[OPINIÓN] Porque en Colombia todo se disfraza

Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no necesariamente reflejan la opinión ni posición de Colombia.com

Somos un país que copia todo, la originalidad para las festividades no es un asunto que nos caracterice así contemos en el calendario atiborrado de fiestas, en resumidas cuentas, en nuestro país todo es excusa para bailar, gozar y beber hasta caer.

El Halloween, esa tradición tan criticada por muchos, es en la práctica una temporada comercial y si diciembre comienza a verse en octubre, pues el Halloween se asoma desde mitad de año, parece que el disfraz ya hace parte de la remendada canasta familiar y hemos decidido ayudarte con unas opciones muy colombianas de disfraz si es que aún no has decidido sobre qué hacerlo.

Primero debes tener presente que en este país todo anda disfrazado, las promesas de campaña son el primer ejemplo, le siguen las leyes y ni hablar de las cifras de crecimiento y de lucha contra la pobreza y desempleo, esas sí que están disfrazadas.

Comienza a preparar el Halloween con algo bien colombiano, no entregues dulces comprados en la tienda o el supermercado, entrega dulces nacionales, la melcocha y la panela son autóctonas opciones, recuerda entregar esta última y no lanzarla si no quieres aguarle la fiesta y abrirle la cabeza a más de uno.

Los superhéroes nunca pasan de moda y Iron Man es una opción interesante, solo tienes que usar sombrero aguadeño, poncho, carriel, poner acento paisa de ex presidente- eterno presidente y listo, quedarás disfrazado como el inconfundible y único Iron Man Colombiano.

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Si eres un amante de la ecología, algo que por estos lares en lugar de practicarse se ataca, entonces puedes recurrir a la tendencia “política y gobierno” en donde cuentas con un variado ramillete de opciones y en la que los animales dominan, por ejemplo, puedes disfrazarte de mico, tan común para hacerle trampa a las leyes, ¿Qué tal un disfraz de lagarto?, ese abunda en lobbies y pasillos del congreso y tribunales judiciales porque siempre busca favores.

Unos desean no solo disfrazarse de este animal famoso en Egipto sino encontrarlo: el camello, y la verdad es que a muchos ya les ha salido joroba de tanto buscarlo y no tener suerte.

Otros más osados y rebeldes lo harán de un roedor que abunda en cámara y senado, la rata. Este dienton no solo aparece en las cloacas, también se sienta cómodamente en las poltronas oficiales desde que nació la patria.

Siguiendo con la fauna, el elefante blanco es otra buena opción, basta solo con mirar ese montón de obras inconclusas e inservibles que hacen parte del paisaje de la nación y por las que se pagó mucho pero mucho billete.

Sé qué muchos desean disfrazarse de Metro de Bogotá, la gran duda es cómo lo harán porque aún no se sabe si será elevado o subterráneo, o mejor todavía, no se sabe si realmente habrá; algunos hinchas de Peñalosa prefieren no complicarse y se disfrazarán de bolardo o de Transmilenio dizque de última generación.

Para continuar con este desfile de disfraces, hay quienes quieren rendir un homenaje a nuestro máximo gobernante pero se encuentran indecisos entre un payaso, una marioneta o un cerdito.

También aparecerán los disfraces Santrich, compuestos de gafas oscuras, bastón y bufanda al estilo Medio oriente, claro que todo el mundo se comió el cuento de que Santrich no tenía quién lo medio orientara, el tipo siempre tuvo la dirección bien definida.

Opciones colombianas de disfraz abundan, yo por el momento buscaré una balsa porque en este fin de año hay que preparase para el invierno que tristemente por asuntos de miseria e indiferencia total del estado le ponen el agua hasta el cuello a nosotros los más pobres. ¡Pero qué va, después del Halloween viene diciembre y hay que gozar, pero en enero sí le paramos bolas a la realidad!

¡Hasta pronto y triqui triqui!

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