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Mamá al volante: La repetida fórmula de la comedia nacional

De un tiempo para acá la fórmula no varía: junte unas caras bonitas de la actuación (no quiere decir necesariamente que sean actores o actrices de verdad), súmele cuentachistes, figuras del stand up comedy y ahora hasta youtubers, métale una historia supuestamente plagada de locas ocurrencias y véndala como la película familiar que lo hará desbaratar de la risa.

Vie, 17 / May / 2019 3:36 pm

Colombia.com - Cine

De un tiempo para acá la fórmula no varía: junte unas caras bonitas de la actuación (no quiere decir necesariamente que sean actores o actrices de verdad), súmele cuentachistes, figuras del stand up comedy y ahora hasta youtubers, métale una historia supuestamente plagada de locas ocurrencias y véndala como la película familiar que lo hará desbaratar de la risa.

Pero la fórmula quizás sirvió para algunas películas pasadas porque aquí las disparatadas experiencias de la trama no pasan de ser un muy mal chiste, de verdad, muy malo, la historia es muy floja y como siempre todo es cuestión del lugar común, del recurso manido y de perversas actuaciones.

Uno se pregunta si realmente se trata de una comedia y aunque no produzca más que bostezos, sí es una comedia, una comedia que no hace reír.

Personajes calcados y caricaturescos, gritería y ramplonería que logran que no sea humor sino una burla al espectador que está en todo su derecho a decidir en qué gasta su dinero.

"Mamá al volante" es más de lo mismo, no logra que uno la diferencie del resto y que pone en evidencia que la comedia colombiana en el cine ingresó a cuidados intensivos desde hace mucho (Prácticamente desde que nació).

Para rescatar, porque no se trata de solo tirar rayo, se le abona la idea del fortalecimiento de la familia y especialmente de la reivindicación del papel de la mujer en un medio machista como el de nuestro país que la obliga a tener que enfrentarse al acoso y a la intimidación.

La comedia nacional no produce risa sino lágrimas y aunque se trate de cine comercial los espectadores merecemos algo mejor. Mamá al volante, la misma fórmula que ya se desgastó y que pone a pensar qué vale la pena meterle más cacumen al humor.