"La luz del fin del mundo", la última película de Casey Affleck

La pandemia, ese temor milenario se presenta como una realidad sombría, paradójicamente en una atmósfera de luz natural que dota de rigidez dramática a “La luz del fin del mundo”, la última película de Casey Affleck (Manchester junto al mar) y que pone nuevamente sobre el tapete de las emociones humanas la posibilidad de un futuro apocalíptico muy próximo

Colombia.com - Cine
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La pandemia, ese temor milenario se presenta como una realidad sombría, paradójicamente en una atmósfera de luz natural que dota de rigidez dramática a “La luz del fin del mundo”, la última película de Casey Affleck (Manchester junto al mar) y que pone nuevamente sobre el tapete de las emociones humanas la posibilidad de un futuro apocalíptico muy próximo

Buscando claridad en un ambiente abatido

Inquietante y perturbadora, así se percibe esta historia que llega a Latinoamérica rotulada como gran obra y rodeada de muy buenas críticas por la prensa especializada en el mundo. 

La aniquilación de la raza humana vuelve a presentarse como el miedo generalizado a través de las etapas de su existencia, por eso cobra importancia relevante el relato opcional del arca de Noé que un padre hace a su hija adolescente en un mundo no hecho para ella, pero a pesar de ello, la rebeldía y la naturaleza de una chica que todo lo cuestiona están magníficamente representadas por Rag (Anna Pniowsky), una acertada y sentida actuación que junto al trabajo de Affleck (Protagonista, guionista y director) le brindan a la película un aura artística digna de admirar.

Ese clima postapocalíptico trae a la memoria referentes como The Road de John Hillcot y Wolfzeit de Michael Haneke, historias cuidadosamente realizadas, casi que, a mano, algo que se puede ver en “La luz del fin del mundo”, acertada, conmovedora y aterradora, especialmente con esa permanente tensión que manifiesta la angustia de un secuestro a manos de hombres malvados que descubren que Rag es la única especie femenina que queda en la deshabitada tierra.

La luz del fin del mundo parece hecha minuciosamente, elaborada con la misma destreza y cuidado de un artista consagrado en la que un mundo hostil e infestado de depredadores se muestra aún esperanzado en redimirse gracias a los valores y principios de un padre apegado al pasado como herramienta de fe en un futuro incierto y los de una niña que debe adaptarse a la realidad, y por más dura que sea esta, tiene cabida para la insumisión propia de la juventud a contrapelo con una madurez obligatoria.

Affleck se toma su tiempo en las tomas para recrear con diálogos y gestos un mundo perdido, un mundo temido pero posible, en donde la condición humana parece ser más peligrosa que las mortales enfermedades o que la misma calamidad nuclear, en donde todo es vulnerable y la medicina para el mal se encuentra en los mismos enfermos que, aunque parezcan lobos hambrientos no pierden ese elemental soplo de vida.

La luz del fin del mundo, una película con sello propio que con crudeza y realismo desata y enreda la a veces compleja y sencilla madeja humana.

Su estreno está programado en Colombia para el 25 de diciembre de 2019.