María Teresa Egurrola: “Mi hijo es mi vida entera”

María Teresa Egurrola, recordada como Reina Nacional de la Belleza en 1988, es una mamá que considera se encuentra en un equilibrio ideal. Esteban, su hijo de 13 años, al que se refiere como un niño sereno, como ella, e inteligente, es ese equilibrio del que habla.

“Tengo un hijo de 13 años, Esteban, y es mi vida entera”. Así se refiere cuando habla sobre su único hijo.

Egurrola es ingeniera industrial de la Universidad Javeriana, que después de ser candidata por el Departamento de la Guajira al Reinado Nacional de la Belleza, se ha dedicado en brindar asesorías en mercadeo y relaciones públicas.

Como mamá, afirma que “He llegado a un punto perfecto en el que tengo un equilibrio ideal. Hay un momento muy especial en la mañana cuando Esteban se va para su colegio, donde desayunamos juntos, y después aprovecho y hago mis cosas. Al finalizar la tarde, hacia las 6, compartimos ese momento hasta dormirnos”.

María Teresa dice que con su hijo tienen actividades muy de los dos, ya que existe una gran confianza. “Él es mi verdadero amigo, porque ya a los 13 años es un preadolescente, casi un adulto. Lo importante es la calidad de relación que hemos construido, que ha sido bastante fluida”.

Los dos somos muy tranquilos, no ha existido nerviosismo en la crianza, esa furia en los regaños. Hay amor y esa ha sido la clave de todo.

Esta ex reina considera que cada edad exige unas características de las mujeres en el rol de mamás. Ahora que su hijo está en la preadolescencia lo que busca es enseñarle que siempre hay que hablar con la verdad y que se tienen que hacer las cosas correctamente. Hablar con él y mostrarle el ejemplo del éxito en la vida.

“Es difícil cuando sientes que has perdido el control sobre tus hijos. Pero no es mi caso, es un disfrute en mi rol como mamá, pero claro, hay momentos cuando uno dice que tiene que apretar las riendas y después soltarlas”.

Por hora le abro mi alma y le entrego lo que he podido recorrer en la vida.

Uno de los mejores regalos que María Teresa ha recibido de su hijo en el Día de la Madre ha sido unos accesorios elaborados con conchas de colores. “Fue algo que hizo con mucho amor, pero indudablemente el mejor regalo que él me da es la confianza que nos tenemos.”, comenta.

”Siento gratitud por mi madre”

De su mamá tiene un gran ejemplo. “Ella es una mujer recia y fuerte, que además con siete hijos tuvo que poner las reglas en la casa bien claras, pero que nunca se equivocó. Tengo un gran sentimiento de gratitud y admiración hacia ella, porque ha sido una mujer que ha sabido darnos todo de una manera inteligente”.

Finaliza comentando que lo que más ha aprendido de su mamá es a valerse por sí misma y a enfrentar la vida especialmente alejada de las banalidades y de las ridiculeces que se manejan en la sociedad.