El Oráculo Espectacular de MGMT

La música independiente de los Estados Unidos nunca fue la misma después de Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser. 

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La música independiente de los Estados Unidos nunca fue la misma después de Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser. 

De todos modos ellos no entienden muy bien en qué consistió su revolución o si realmente existe hoy algo como la música independiente. Lo que sí tienen claro es que lo consiguieron componiendo canciones, que es lo que más les gusta hacer. Sencillos como “Time to Pretend”, “Electric Feel” o “Kids” son la razón de muchos para bailar hasta morir, viajar al espacio en su propia cabeza o simplemente celebrar que la música electrónica y el pop de avanzada tienen una nueva luna de miel. Aquí una breve pero significativa conversación sobre el estado de las cosas en la música de MGMT junto a Ben Goldwasser antes de que su banda llegue a la tarima del Festival Estéreo Picnic 2012.

Ustedes pasaron un buen tiempo juntos en el campus Wesleyana’s University. ¿Cómo trascendió MGMT de ser una colaboración universitaria?

En el collage nos expusimos a muchos tipos de música diferente y había también un muy buen entorno social. Todo se daba para que experimentáramos y lleváramos nuestras ideas más allá de un estudio de habitación. Cuando nos graduamos del collage no creo que ninguno de los dos quisiéramos hacer mucho más que música, y teníamos buenas maquetas pero no sabíamos, por ejemplo, si ambos queríamos vivir en el mismo lugar si quiera. Después de tocar mucho, alguien de Columbia Records nos contactó y decidimos aprovechar la oportunidad antes de desistir.

Hablando de Columbia y los grandes de la vieja industria, han visto una reorganización desde adentro por parte de las grandes casas disqueras. Para no quedar obsoletas en los tiempos de piratería digital…

La gente que consigue trabajos en disqueras, sean grandes o pequeñas, lo hacen porque aman la música de alguna forma. Cuando trabajas para una firma multinacional es difícil lanzar productos que se permitan grandes riesgos creativos o reten los límites del mercado, pero por otro lado si estás ahí tienes más recursos para encontrar cosas que valgan la pena. Creo que financiar sellos independientes también es riesgoso, lo importante es que de cualquier forma la gente anda buscando por todos los lados de que siga habiendo música. Y es emocionante estar en un momento de cambio profundo, de ver como la creatividad y la pasión vuelven a ser piezas claves del negocio.

Desde que salió, la canción “Kids” se convirtió en el grito de batalla de una nueva generación. “Esta es nuestra decisión, vivir rápido y morir jóvenes. Tenemos una visión, ahora tengamos algo de diversión”, dice parte de la letra. Ahora que ya no son tan jóvenes como antes: ¿se han detenido en algún momento a pensar en la mortalidad artística de MGMT?

Cuando escribimos Kids realmente no quisimos hacer algo que se fuera a tomar muy literal. No se trataba tanto de decirle a la gente que saliera de fiesta y se olvidara del futuro, era más sobre las inseguridades que tienes cuando eres joven. Esa canción la compusimos cuando ni siquiera habíamos salido en una gira mundial o habían vivido la mitad de cosas locas que luego nos sucedieron. Pero no transcurre mucho cuando empiezas a notar que las cosas que haces sí pueden dejar cambios permanentes en tu vida. Es posible que queramos vivir más de los cincuenta años entonces nos hemos concentrado en la música y en tener hábitos sanos. Para algunos fumar hierba todo el día y hacer música funciona, nosotros hemos descubierto que lo que nos funciona es tener la cabeza despejada ante todo.

“Indie Rokkers” también se convirtió en una canción coyuntural que, de alguna manera, los convirtió en los portavoces de una escena musical muy específica. ¿Es algo que buscaran o quisieran?

Es chistoso: tratábamos de burlarnos un poco en esa canción de la escena indie de Nueva York, poco después de que todo el internet se la empezara a pasar en Brooklyn. Somos de Conneticut, así que nunca estuvimos expuestos a estas escenas hipster y trendy en ningún lado; cuando descubrimos que la música pasaba por este circuito un poco snob nos daba mucha risa. En últimas mucha de esa música indie está sostenida en dinámicas corporativas y catálogos de moda urbana. Esta etiqueta para la música es completamente ridícula y poco autentica. Mientras tanto, hay muchos movimientos interesantes que emergen en este momento del underground. Pero sucede que la mayoría de estos llegan de otros lugares a instalarse en Nueva York y no son realmente de allí; también, que hasta que una revista no venga y lo valide como la “próxima gran cosa” la gente no le da mayor importancia.

Es curioso que digan esto, cuando el mundo entero parece empecinarse en coronarlos como reyes de la moda hipster.

Cuando comenzamos como banda el enfoque periodístico que le dieron los medios fue que éramos parte de esta escena de Brooklyn -algo que era básicamente una fabricación bastante desfasada- junto a bandas como Yeasayer, Vampire Weekand y posiblemente Grizzly Bear. Eran bandas radicadas en Brooklyn que hacían música al mismo tiempo y eso le hizo la tarea fácil a ciertas revistas; pero la verdad es que muchas de ellas no tenían relación alguna entre si, ni hacían lo mismo ni se conocían. En todo caso no está mal, entra en la mitología del rock n roll, como todo que lees de bandas de hace treinta años y que resulta una versión de ficción histórica en ultimas.

Cortesía Prensa Festival Estéreo Picnic