Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Como en la Tele

Qué bonito es saludar y ser saludado, eso dijo el vendedor en bus de servicio público y como se vale ser pobre pero no grosero: "¿Qué se dice madrecita?", claro que si lo prefiere le tengo un apacible: "¡Oe"

Colombia.com - Entretenimiento
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Qué bonito es saludar y ser saludado, eso dijo el vendedor en bus de servicio público y como se vale ser pobre pero no grosero: "¿Qué se dice madrecita?", claro que si lo prefiere le tengo un apacible: "¡Oe"

Si después de leer lo anterior usted dijo, "me ericé", seguramente hace parte de ese inmenso grupo que toma una palabra o expresión aparecida en la televisión nacional y le da 'como a tapete en poste' hasta reducirla a más no poder, pero si el solo susurro de dichos vocablos le produce desde acidez estomacal hasta onicomicosis, entonces usted es de los que maldice por cada una de las tres veces que le han negado la visa para irse a la USA y desaparecer de este Country of Sacred Hearth of Jesus al que solo le gusta la "bailata y la gozata" (Dicho con la lengua quemada con un tinto recalentado).

Es que los colombianos gozamos cuando nos vemos reflejados en las telenovelas, programas de humor y todo aquello que represente nuestra idiosincrasia, a los colombianos nos gustan tomar y que nos tomen del pelo o como lo patentó el más colombiano de los cubano-mexicanos nacido en Aracataca, "mamar gallo".

Nos gusta tanto, que cada tragedia nos parece un chiste y aún con el agua hasta el cuello aparece el gracejo para tratar de desviar la atención; es como si cada alocución presidencial o cada sesión del congreso finalizara con un: "¡Y mañana más cuentachistes!", inmortalizada frase del inmortal Alfonso Lizarazo.

 

Mi abuela y miles de abuelas más decían que el palo no está para cucharas, por eso no todos andan de buenas pulgas siempre y muchos de esos dichos de 'tevé' no surten siempre su gracioso efecto, es como ser el pato de un mototaxista sin frenos a 180 km por hora y que este diga con solemne desparpajo: "¡Tú, tranquilo!"

Algunos a los que generalmente esta y todas las noches no los esperan en la casa y que además les caigo gordo, leerán estas líneas y rematarán su análisis con un vehemente "oigan a mi tío" y los más iracundos replicarán a la eterna peliteñida con un "¡Desgraaaaaaaciado!"

 

"Perdóname pero discúlpame" porque alguien tenía que decir la verdad, por eso "Te las canto" y trato de entender a las piadosas almas que a diario le rezan al 'Divino Baby' para que al llegar al trabajo o estudio los saluden con el popular buenos días y no con un trasnochado, "¡Quiubo mi mompirri!," y si eso pasa, "ahí sí que lo veo mal, perrito".

Aquí nadie quiere sembrar discordia porque "¿con quién peleo si solo muñecos veo?", hay que reconocer que la "agüiiiiiiita para mi gente" es lo que todos quieren así otros digan "¡qué tristeza de verdad, gas!", es el reflejo de una sociedad que al mejor estilo de una tragicomedia, vive sus dramas y los disimula con humor de todos los pelambres, una razón válida, "interesante pero discutible" pero válida en un país que aún encuentra en la televisión el medio de entretenimiento mayoritario.

Ya llegó el momento del adiós, del "Nospi" o del fosilizado "Nos vemos en el espejo", llegó la hora del "zafa jirafa" y como homenaje para el querido, odiado y gran Jota Mario Valencia: "¡Cojan oficio!"