Venezuela censura a las “narconovelas”

La noche del jueves Venevisión suspendió la transmisión de la serie Rosario Tijeras, no solamente por el Miss Venezuela, sino por orden de Conatel que prohibió ésta y la emitida por Televen, El Capo, ambas consideradas "narconovelas".

El miércoles apareció en la prensa nacional un comunicado titulado "Narconovelas, drogas y sexo", firmado por Fundacredesa, ente adscrito al Ministerio para las Comunas.

En el comunicado se expresa: "Esta programación no es cónsona con las normativas que están pensadas y elaboradas para velar por el equilibrio psicológico y social de nuestras niñas, niños y adolescentes. Nos referimos específicamente a las “narconovelas” transmitidas por Televen y Venevisión, televisoras que pretenden hacer creer que no son perjudiciales por transmitir esta programación colocando cintillos como 'Horario solo para adultos'".

El jueves en la mañana, el Comité de Usuarios de Radio y Televisión del estado Miranda exigió a la Asamblea Nacional y a Conatel una revisión de la programación de las cadenas de televisión venezolanas privadas por la transmisión de "narconovelas".

Horas más tarde, Venevisión y Televen eran notificados sobre la suspensión de las series colombianas.

Por su parte, Andrés Izarra, actual presidente de Telesur, publicó en su cuenta en Twitter: "Felicitaciones a Conatel y al VP (Vicepresidente, Elías Jaua) por acción protectora de audiencias televisivas. No a las narconovelas".

Mientras Marcelino Bisbal, comunicólogo y docente, escribió: "Estamos en presencia de un Gobierno extremadamente moralista con las cosas que suceden fuera de éste, pero inmoral con lo que ocurre dentro".

El académico cataloga al régimen chavista como "pacato", cuyos teóricos de la comunicación quedaron "anclados en el pasado".

Bisbal recuerda que existen estudios recientes que demuestran que no hay una relación de causalidad entre los mensajes de los medios y las acciones de los receptores. "Si así fuera, en campaña electoral el partido que más propaganda hace, ganaría las elecciones", comenta.

El experto recuerda que los recientes estudios sobre mediaciones, echan por tierra aquellas teorías de los años 50 y 60 que asociaban las acciones del público con lo que veían en la pantalla chica. "Se parte del principio de que el receptor es un minusválido en términos de decisión".

Bisbal explica que se ha demostrado que las personas matizan los contenidos de los medios a través de las llamadas mediaciones sociales (la tecnología, la religión, la familia, el contexto socio-cultural) y es luego cuando se produce un efecto.

El cineasta Oscar Lucién, concuerda con Marcelino Bisbal y agrega: "Es un anacronismo pensar que los espectadores son esponjas mecánicas. Eso está súper documentado desde los años 90".

Uno y otro coinciden en la necesidad de revisar también -en aras del equilibrio y la consistencia- los contenidos del canal del Estado, Venezolana de Televisión. "Es más pernicioso el contenido de programas como Los papeles de Mandinga y La Hojilla, que el de unas telenovelas que corresponden al terreno de la ficción. Las cadenas presidenciales, por ejemplo, se transmiten en cualquier horario, y eso es una sarta de insultos e improperios contra todo el mundo", señaló Lucién.

Desde el ámbito de la creación de telenovelas, Leonardo Padrón se mostró preocupado. "Creo que es un acto de puritanismo absurdo. Si es una medida para reducir la violencia, debería aplicarse en las calles".

Al escritor le despierta suspicacia la medida. "Me llama la atención el hecho de que sea ahora que se toma la medida, cuando ya Televen ha transmitido novelas como El cartel de los sapos y Las muñecas de la mafia".

Padrón aclaró que el término "narconovela" no lo ha acuñado Izarra. "En Colombia hay una discusión porque existe una tendencia narrativa que pudiera ser peligrosa porque hay una glorificación del villano, pero como yo parto del principio del libre albedrío, de que tú tienes el control remoto y puedes decidir que ver y que no".

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