Joven tenía síntomas de gripa, acudió al médico y le dieron un diagnóstico devastador: tenía cáncer

El cáncer es definido por los Institutos Nacionales de Salud como “una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo”. 

Esta enfermedad puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, ya que está formado por millones de células. En condiciones normales, las células sanas se multiplican para dar vida a nuevas células; no obstante, en ocasiones las células dañadas se multiplican formando tumores y bultos de tejido. 

Los síntomas de cada tipo de cáncer pueden ser muy variados; sin embargo, los más comunes pueden confundirse con los de otras patologías. Este fue el caso de Mariana Godoy, una joven de 22 años que acudió al médico con síntomas de gripa y fue diagnosticada con linfoma de Hodgkin.

La joven decidió ir al médico tras padecer dolor en el pecho, cansancio y fiebre. En ese momento, los especialistas atribuyeron estos síntomas a una gran carga de estrés, por lo que no prestaron mayor atención. 

No obstante, en julio de 2011, mientras asistía a clases, sufrió un ataque de tos que la obligó a salir del aula. En ese momento, sus síntomas se intensificaron, pero cómo era invierno, pensó que tenía una simple gripa. 

“Como era invierno no le presté mucha atención y se lo adjudiqué a eso. El pecho me seguía doliendo y ya no podía dormir del lado izquierdo. A fines de agosto, de rutina, nos hicimos análisis de sangre con mi hermana gemela. Siempre nos daban muy similares, pero en esa oportunidad todos mis valores estaban alterados”, mencionó.

Los médicos decidieron hacerle una placa de tórax, la cual no reveló una neumonía sino un linfoma. Para confirmar, se le practicó una tomografía, con la cual los médicos pudieron diagnosticarle linfoma de Hodgkin en estadio 2, un tipo de cáncer que se origina en los ganglios linfáticos.

“Tenía una incertidumbre total, estaba desorientada, necesitaba información. Yo no tenía ningún antecedente de tener problemas de salud, ni siquiera me habían operado en 22 años. No tomaba alcohol ni drogas, no tenía sobrepeso, ningún factor de riesgo en mi estilo de vida”, comentó. 

La joven inició tratamiento con quimioterapia de inmediato y aunque no fue un proceso fácil, luego de seis ciclos de quimioterapia y 20 sesiones de radioterapia logró la remisión de la enfermedad en 2012.

A partir de esta experiencia, Mariana se realiza chequeos cada seis meses y decidió convertirse en voluntaria en la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA) para informar a la comunidad sobre su enfermedad.