Día de Todos los Santos y Día de Muertos: conoce el origen de estas festividades
Estas festividades tienen la finalidad de conmemorar a nuestros seres queridos que ya no están en el plano terrenal.
Estas festividades tienen la finalidad de conmemorar a nuestros seres queridos que ya no están en el plano terrenal.
El 1 y 2 de noviembre se celebran dos festividades muy importantes para los creyentes y cristianos: el Día de Todos los Santos y el Día de Muertos en México, un par de tradiciones con orígenes muy particulares provenientes de creencias ancestrales.
Por un lado, el origen del Día de Todos los Santos se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Según la web ‘Jesús Historia’, en un inicio, se usaba para honrar a los mártires que dieron su vida por la fe.
Con el tiempo, la tradición se extendió y los fieles cristianos comenzaron a usar esta festividad para celebrar a todos los Santos, conocidos y desconocidos, que tuvieron una vida ejemplar. La fecha oficial para esta celebración fue establecida por el Papa Gregorio III en el siglo VIII.
Esta festividad se creó con la finalidad de contrastar la celebración pagana denominada Samhain, de donde proviene el Halloween, celebrada por los celtas para alejar a los espíritus que ingresan a la tierra el 31 de octubre a través de un portal interdimensional.
Según la creencia ancestral de la comunidad celta, el 31 de octubre se abre un portal entre el plano terrenal y del más allá a través del cual las almas regresan a la tierra para visitar a sus familiares; no obstante, no existe un filtro, por lo que los espíritus malignos también pueden ingresar.
Para alejarlos y repeler las energías negativas, las comunidades se reunían a encender hogueras y se disfrazaban con máscaras y otros elementos para pasar desapercibidas, cuando la tradición llegó a Estados Unidos, se convirtió en una celebración con actividades recreativas.
En muchos territorios alrededor del mundo, el Día de Todos los Santos se conmemora con actividades religiosas como misas y prédicas. Algunas personas acuden a los cementerios en este día para adornar las tumbas de sus seres queridos.
Por otro lado, existen familias que se reúnen en este día para recordar historias emotivas que involucran a quienes han pasado a otro plano con el fin de revivir su legado espiritual. Aunque pueda parecer solemne y triste, el Día de Todos los Santos se vive con alegría en varias partes del mundo.
Por otro lado, el Día de Muertos es una tradición mexicana que se celebra el 2 de noviembre, la cual se ha extendido a otros territorios, especialmente en Latinoamérica. Su origen se remonta a las raíces indígenas aztecas y mayas, donde los ancestros creían que los difuntos regresaban al mundo de los vivos para visitar a sus familias.
La celebración moderna combina estas antiguas creencias con elementos de la tradición católica. Durante este día, las familias crean altares en honor a sus difuntos con fotos, velas, flores, comidas, bebidas y otros objetos que disfrutaban en vida. También se llevan a cabo desfiles, conciertos y otras actividades culturales.
Entre los elementos tradicionales más representativos de esta celebración están las ofrendas; las flores de cempasúchil, que son de color amarillo brillante y se usan para guiar las almas de los difuntos hacia los altares; el pan de muerto, elaborado con forma de huesos; las calaveras dulces de azúcar y las calacas o esqueletos.
A diferencia de lo que muchos creen, el Día de Muertos no es una celebración sombría, por el contrario, es una festividad llena de alegría, vida y color que refleja una visión diferente de la muerte. Para los creyentes, se convierte en la ocasión perfecta para honrar a sus seres queridos fallecidos.
La celebración es tan importante y especial, que en 2008 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.