Colombia celebró Halloween

A miles de kilómetros de distancia de las tierras donde se originan las leyendas celtas de la Noche de Brujas y en un ámbito cultural totalmente distinto, los colombianos han hecho suya la fiesta de Halloween y la viven con intensidad.

A miles de kilómetros de distancia de las tierras donde se originan las leyendas celtas de la Noche de Brujas y en un ámbito cultural totalmente distinto, los colombianos han hecho suya la fiesta de Halloween y la viven con intensidad.

Aunque ya es tradición ver en las diferentes ciudades del país suramericano a los niños con atuendos de hadas, princesas y personajes de películas, la celebración se ha extendido a la sociedad involucrando a vendedores, abuelos y padres de familia.

Ciudades como Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá se han dejado contagiar de un "fiebre de Brujas" que se consolida como la antesala a la Navidad y el inicio del año.

Precisamente durante el 2013, el corazón del centro económico y financiero de la capital, Bogotá, se llenó de ejecutivos que combinaron sus trajes y corbatas con sombreros piratas, capas de vampiros y maquillajes de zombies y asesinos en serie para asistir sus trabajos.

Y aunque la seriedad para los negocios la mantienen, el atuendo es para ellos una oportunidad para "relajarse" y disfrutar de una celebración en el país cada vez es más acogida como propia.

"Para mí es interesante que las compañías promuevan que sus empleados se vayan disfrazados porque ayudan a salir de la rutina", afirmó Daniel Segura, quien prefirió hacer su propio disfraz con elementos caseros como el yeso y la pintura.

Con el paso rápido y presuroso que caracteriza a los ejecutivos, caminaron por las calles de la ciudad luciendo sus halas, maquillajes y antifaces mientras iban por el almuerzo.

Para muchos la sorpresa fue grande al verse atendidos por meseros, cajeros y empleados de bancos vestidos como "duendes-lobo", payasos, piratas e incluso abejas y vaqueros.

"Hoy hemos tenido más clientes por la curiosidad que les genera a los transeúntes nuestros disfraces" dijo a Efe Fabián Guzmán, vendedor en una panadería al norte de Bogotá.

Por esto, no es sorpresa que los que más han ido a los almacenes en busca de un disfraz para la noche son los adultos.

"Al final ya no les importa qué hay", aseguró a Efe Ana Viviana Palacios, vendedora de una de los almacenes más antiguos de disfraces de la ciudad.

"Un hombre se llevó un disfraz de india, se veía chistoso pero como es Halloween, todo se vale", agregó.

Entre máscaras, maquillaje y muchos colores, Palacios explicó que las familias "han optado por hacer de la celebración una fecha para compartir juntos" y vincular a todos los miembros del hogar.

"Sorpresivamente son los abuelos los que llegan buscando disfraces para ellos y sus nietos. Las familias están haciendo comparsas por todas partes", concluyó la vendedora.

Tal fue el caso de la familia Rincón Albarracín, que optó disfrazarse en grupo como una romería "religiosa", en la que había un papa-bebé, una monja, un sacerdote e incluso un "coche papamóvil".

"Decidimos escoger este disfraz por que Francisco es el personaje del año", dijo Yelipza Albarracín, la madre de la familia, quien escogió el traje de monja para "hacer juego" con su bebé, que estuvo vestido como el papa Francisco.

Pero la decoración de las casas y los lugares de trabajo también ha sido otro eje fundamental en la celebración, que espera reunir a los niños en la noche y a los trabajadores en el día para pedir dulces o amenazar con trucos, como dice la conocida canción.

Mile Janica decidió hace 20 años hacer de su casa la atracción del barrio bogotano Cedritos durante la festividad, convirtiéndola en una casa del terror con espantapájaros, calaveras, brujas y manos sangrientas por toda la edificación.

Para eso, recogió decoraciones y elementos de toda parte del mundo para hacer un punto de referencia.

"Me demoro 15 días en decorar, pero el primero de noviembre es como si ya nada existiera y empiezo a preparar la Navidad", aseguró a Efe Janica, al tiempo que reconoció que no sabe el número total de los artículos que hay en su casa.

Este año, la fachada de su hogar ha sido transformada para simular una casa encantada al estilo de los mejores centros de entretenimiento del mundo, con papel craft, luces y accesorios decorativos que hacen que muchos transeúntes la confundan con un local comercial.

"A mí me encanta todo lo que tiene que ver con decoración, cada año hago algo diferente", añadió esta colombiana que vivió varios años en Europa y Estados Unidos.

"Ahora que lo pienso, puede que mi gusto por el Halloween venga del tiempo que pasé por fuera... la mayoría de las decoraciones las importo de allá", agregó.

Otras ciudades del país como Cali, Medellín y Barranquilla tuvieron eventos a lo largo de la semana para celebrar una festividad que ya sienten como suya.

En Cali, por ejemplo, la noche de ayer celebraron la fiesta de las brujas con un concurso de motos disfrazadas que recorrieron la ciudad, haciendo alarde a la creatividad de sus dueños.

El Halloween, que es una desviación de la expresión inglesa All Hallow's Eve (Víspera del Día de los Santos), se celebraba principalmente en los países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Reino Unidos e Irlanda, que la han extendido por el mundo. EFE