¿Por qué deberías limpiar siempre la correa de tu mascota?

Siempre se ha hablado de la importancia de la higiene de las mascotas, haciendo especial énfasis en la limpieza frecuente de sus patas, en el lavado de sus dientes y en los baños frecuentes, aspectos que sin duda alguna son indispensables. 

No obstante, hay un elemento al que poca atención se le ha prestado: la correa. De hecho, esta es una de las cosas que más se ensucian y puede no servir de nada que mantengas aseada a tu mascota si jamás lavas su cuerda, pues esta puede concentrar malos olores y toda una serie de bacterias, a pesar de que muchas veces aparenta estar limpia.

Las razones

La correa de los perros está en contacto siempre con las manos de las personas y con la piel del animal, por lo que es más propensa a contaminarse, y esta  es una de las principales razones por las que es indispensable lavarla frecuentemente.

Por otro lado, puede almacenar una gran cantidad de pelos y saliva, además de otro tipo de agentes contaminantes como el barro, la tierra, entre otros. De esta forma, se pueden transmitir algunos microbios que hacen necesaria la labor de llevar a cabo una limpieza adecuada. 

De hecho, lo recomendable es limpiarla por lo menos una vez al mes, sin embargo, en esta época en la que el mundo entero se encuentra en estado de emergencia es preferible hacerlo cada que se regrese de dar un paseo con el can, no solo por el bienestar del animal, sino por la propia salud de los dueños.

¿Cómo limpiarla?

La forma en la que se debe limpiar la cuerda varía según el material de la misma, no obstante, la mayoría de ellas se pueden meter a la lavadora; si es de un material muy delicado, lo recomendable es meterla dentro de una bolsa delgada o una funda de almohada.

Si lo prefieres puedes solo dejarla en remojo por 15 minutos con agua caliente y jabón, luego enjuágala y deja que se seque. Si tiene alguna mancha es importante que intentes retirarla con un cepillo, pues no bastará con que la dejes en remojo.