Exámenes de sangre de una mujer embarazada para revelar el sexo, tienen validez científica.
El descubrimiento podría tener un impacto negativo en sociedades en que se prefiere que el bebé en camino sea un niño.
El descubrimiento podría tener un impacto negativo en sociedades en que se prefiere que el bebé en camino sea un niño.
Los exámenes, que tratan de ubicar ADN del feto en la sangre de la madre, se venden de manera privada en muchos países.
Sin embargo, pocos estudios se habían dedicado a revisar si funcionaban o no.
Los expertos estadounidenses examinaron cerca de 6.000 resultados de exámenes y encontraron que éstos tenían una efectividad de un 98%, siempre y cuando se llevaran a cabo después de la séptima semana de embarazo.
Si el test se realiza antes, pierde toda confiabilidad, según establece la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos.
Los métodos basados en el examen de orina demostraron una absoluta falta de validez científica.
Una ecografía rutinaria del bebé sólo puede anticipar el sexo apenas a las doce semanas de embarazo.
La corresponsal de Salud de la BBC, Michelle Roberts, afirma que las parejas que necesitan saber el sexo de la criatura por razones médicas- por ejemplo, para saber si su bebé puede resultar afectado por alguna perturbación genética que afecta sólo a varones- la espera puede resultar demasiado larga.
La doctora Stephanie Devaney, quien condujo la investigación en el National Institute of Health, en Bethesda, Estados Unidos, dice que los exámenes de sangre pueden ser útiles en instalaciones médicas para una detección temprana.
Algunos hospitales ya los utilizan para ayuda a detectar hemofilia en niños.