Bruce Willis y su batalla contra la demencia frontotemporal: conoce todo sobre esta enfermedad neurodegenerativa

La demencia frontotemporal es una enfermedad neurodegenerativa devastadora que afecta los lóbulos frontal y temporal del cerebro, impactando directamente el comportamiento, el lenguaje y la movilidad. En febrero de 2023, la familia de Bruce Willis reveló que el actor padecía esta patología.

Aunque inicialmente se creyó que la estrella de Hollywood tenía afasia progresiva, tras varios análisis los médicos identificaron que en realidad padecía esta condición incurable. Desde entonces, su salud se ha deteriorado considerablemente. 

A diferencia del Alzheimer, la demencia frontotemporal suele presentarse entre los 45 y los 65 años y provoca cambios tempranos en la personalidad y en la capacidad para comunicarse, más que pérdida de memoria. 

En el caso de Bruce Willis, según diversos medios norteamericanos, los síntomas han avanzado hasta el punto en que ya no puede hablar, leer, ni caminar bien, por lo que vive totalmente dependiente del cuidado familiar.

Demencia frontotemporal, un diagnóstico devastador 

Según profesionales de la organización Alzheimers.gov, “la demencia frontotemporal es causada por un grupo de trastornos que gradualmente dañan los lóbulos frontal y temporal del cerebro”. Quienes tienen esta enfermedad sufren alteraciones en el pensamiento y la conducta.

Los especialistas destacan que la demencia frontotemporal es progresiva; es decir, que sus síntomas empeoran con el tiempo. Aunque muchas personas viven más de 10 años después de recibir el diagnóstico, otras viven menos de 2 años después de haber sido diagnosticadas. 

Síntomas y signos de alarma de la enfermedad que padece Bruce Willis

De acuerdo con Mayo Clinic, los síntomas de la demencia frontotemporal suelen ser diferentes en todos los casos y empeoran con el tiempo, generalmente con el paso de los años. Algunos de los más comunes son: 

• Conducta social cada vez más inapropiada.
• Pérdida de la empatía y de otras habilidades interpersonales. Por ejemplo, no ser sensible a los sentimientos de otra persona.
• Falta de juicio.
• Pérdida de la inhibición.
• Falta de interés, también conocida como apatía. La apatía puede confundirse con depresión.
• Conductas compulsivas como dar golpecitos, aplaudir o chasquear los labios una y otra vez.
• Disminución de la higiene personal.
• Cambios en los hábitos alimentarios. 
• Problemas para comunicarse 
• Olvidar el significado de las palabras.
• Temblores.
• Rigidez.
• Espasmos o contracciones musculares.
• Mala coordinación.

Actualmente, no existe cura para esta enfermedad ni tratamiento que pueda ralentizar o revertir su progresión. Los enfoques médicos se basan en aliviar síntomas a través de terapias, apoyo psicológico y fisioterapia.