Nueva York y Miami exceden su capacidad de acoger a nuevos migrantes

La crisis migratoria en los Estados Unidos se encuentra atravesando por un momento único cuando la carrera presidencial aumenta las revoluciones y son miles las voces que a diario se manifiestan en contra de lo que consideran como algo ´insoportable´.

Los recortes a las ayudas a los migrantes en algunos estados y ciudades en la unión americana se escuchan con más frecuencia, pero el traslado de migrantes de un lado a otro del país coincide con los proyectos estatales para frenar la inmigración ilegal promoviendo leyes que declaren delito estatal el encontrarse en situación de ilegalidad o indocumentado.

Mientras algunos estados impulsan leyes para que sus autoridades de Policía estén facultadas para detener y deportar indocumentados, generando una controversia con las autoridades federales declaradas como las únicas con jurisdicción para esa misión, algunas de las ciudades ´santuario´ empiezan a padecer una fatiga crónica como lugares de recepción de ilegales.

El presente año fiscal ha estado marcado por el permiso de ingreso de 1, 7 millones de migrantes, lo cual ha levantado airadas protestas, pero la cifra podría aumentar en los próximos meses del año ante un posible cambio de gobierno en una victoria en las elecciones presidenciales de Donald Trump, cuya mano dura contra la inmigración ha hecho eco en diversas oportunidades.

Durante el Gobierno de Joe Biden el número de inmigrantes a los que se les ha permitido el ingreso a los Estados Unidos es de más de 9´657.000, según datos de la Casa Blanca, pero varias ciudades ya no pueden más.

New York viene acusando problemas con el traslado de inmigrantes, en especial venezolanos, y pide a los migrantes ir a ciudades como Chicago, pues en la gran manzana ya no pueden dar cabida a uno más debido a que no hay presupuesto, ya que la superpoblación es preocupante.

Miami Dade también se ha declarado impedida para seguir recibiendo migrantes y los presupuestos no pueden ser desviados para atender indocumentados, incluso, varios ciudadanos de origen latino se han manifestado en contra de que más hispanos lleguen como ilegales a territorio de los Estados Unidos.

El tiempo corre y se espera que se logre controlar el ingreso ilegal, mientras se encuentran represados en los tribunales de inmigración casi 4 millones de peticiones de residencia y se han doblado las deportaciones.