La cumbre de países Amazónicos terminó, pero ningún acuerdo concreto se logró

La Cumbre de los países amazónicos llevada a cabo en Brasil generó gran expectativa por los posibles acuerdos significativos que en materia de protección del pulmón del mundo se pudiesen obtener.

Uno de los más entusiastas mandatarios asistentes a la cumbre fue Gustavo Petro, quien pronunció emotivos discursos sobre la importancia de proteger con acciones inmediatas la selva del Amazonas, pero también hizo algunas propuestas audaces que despertaron inquietud, pero que al final, solo se quedaron en parlamentos porque finalizada la cumbre fue poco lo relevante que se acordó.

Gustavo Petro propuso la creación de una especie de OTAN compuesta por los países con territorios en el Amazonas que se encargará de custodiar y evitar ataques, daños y explotación sobre ella, esta fuerza militar conjunta tendría profundo respeto por la soberanía de los distintos países que la componen.

El mandatario colombiano también se refirió a la explotación petrolera en la selva amazónica brasileña, país que tiene un 60% de ella, indicando que en el país carioca se siguen firmando contratos de exploración del subsuelo amazónico.

Mucho discurso y poca acción

La delegación colombiana llegó a Belém do Pará con una delegación encabezada por el presidente Gustavo Petro y por la ministra de Ambiente Susana Muhamad, que con la dura realidad de un punto de no retorno, pretendió movilizar rápidos acuerdos para prontas acciones, pero, aunque, hubo recepción del mensaje, los acuerdos de relevancia no se firmaron.

La ministra Muhamad ha sido una de las voces que más replican que si la deforestación de la selva amazónica llega al 20% alcanzará un punto de no retorno, y que este proceso de daño se acerca al 17%, de manera que las acciones que se requieren son inmediatas.

La principal petición en la cumbre amazónica en Belém do Pará estuvo dirigida a los países desarrollados para que se hagan corresponsables de la destrucción y de los actos de mitigación y reparación de la selva amazónica, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva manifestó que el aporte económico que se pide no espera los países con territorios en el Amazonas, sino para la misma selva que necesita protección y reparación.

Algunas reacciones en torno a las peticiones de la cumbre tuvieron eco en dirigentes como el presidente de la estatal petrolera brasileña Petrobras, Jean Paul Prates, quien dijo que la propuesta de que los países de la Amazonía suspendan la exploración de hidrocarburos no cuenta con consenso ni en su país.

La cumbre no logró acuerdos concretos, pero despertó la conciencia mostrando la angustiosa realidad del Amazonas que urge de atención y acciones inmediatas que frenen su destrucción, porque según las estimaciones de expertos, de continuar su proceso de deforestación podría convertirse en un desierto en menos de un siglo.