Lula Da Silva considera que 500.000 muertes en Brasil son un genocidio

La situación de la COVID-19 en el mundo no es nada alentadora, mientras en varios territorios de los países desarrollados se adelantan procesos de vacunación exitosos en cuanto al número de personas inoculadas, Brasil continúa encabezando los números rojos de las cuentas, aunque en este caso son negros, porque el luto que embarga a la nación más grande de Suramérica es muy grande.

El presidente de la nación, Jair Bolsonaro, es uno de los líderes mundiales que más reparos a puesto a la pandemia y especialmente a sus medidas restrictivas, este político de derecha que ya padeció la COVID-19, parece que no ha aprendido con la enfermedad y su indiferencia e indolencia ha representado que el país carioca cuente con un enorme número de contagios y fallecimientos.

Jair Bolsonaro se ha enfrentado ante cualquier autoridad federal que pretende restringir la movilidad o imponga cierres, el mandatario se ha empeñado en mantener activa la economía del país, razón por la cual millones de brasileros se han mostrado relajados con las medidas de bioseguridad y por esto se ha presentado las funestas consecuencias de la pandemia.

Hoy, sábado 16 de junio, Brasil ha alcanzado la escalofriante cifra de 500.000 personas fallecidas por la COVID-19, algo así como el 13% de las muertes en el mundo, y ante esta situación, el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva la calificó como un “genocidio”.

El expresidente quiere recuperar sus derechos políticos y presentarse a las elecciones del próximo año, el político de 75 años y presidente de la nación entre los años 2003 y 2011 estuvo detenido en la cárcel por escándalos de corrupción, pero quiere volver a la palestra en las próximas elecciones, en las que el actual presidente quiere buscar la reelección.

Lula dijo en entrevista con AFP que teme por Brasil y reza para que Brasil escape del genocidio causado por Jair Bolsonaro y afirmó que el mandatario tilda de enemigos políticos a quienes se preocupan por la situación de la COVID-19.

Jair Bolsonaro no se ha pronunciado frente a la cifra de fallecidos alcanzada, y para muchos no sería extraño que se mantuviera así, porque en ocasiones anteriores ha minimizado la situación y hasta la ha tomado como un asunto jocoso. El actual mandatario ha sido criticado por no actuar con determinación frente a la crisis de la pandemia, una actitud a la que muchos atribuyen gran número de víctimas.