Por: Yuly Solis • Colombia.com

El Palo del Ahorcado es declarado bien de interés cultural en Bogotá

El Palo del Ahorcado cuenta con un pasado que se convirtió en historia contada por generaciones en Bogotá.

Actualización
Palo del Ahorcado es declarado patrimonio cultural. Foto: bogota.gov.co
Palo del Ahorcado es declarado patrimonio cultural. Foto: bogota.gov.co

El Palo del Ahorcado cuenta con un pasado que se convirtió en historia contada por generaciones en Bogotá.

El Palo del Ahorcado, único eucalipto que alza en la cima del Cerro Seco, en el extremo sur de Bogotá, y que ha estado entrelazado con las trayectorias de vida de miles de habitantes locales, simbolizando la migración interna y los procesos de autoconstrucción de los barrios circundantes, está a punto de ser declarado como un Bien de Interés Cultural.

El pasado 13 de diciembre, el Consejo Distrital de Patrimonio Cultural (CDPC) otorgó concepto favorable para la declaratoria del área que corresponde con el Parque de Borde de Cerro Seco, donde se localiza el árbol denominado el Palo del Ahorcado, en Ciudad Bolívar, como un Bien de Interés Cultural del ámbito distrital.

“Actualmente, el área, que obtuvo concepto favorable para la declaratoria como Bien de Interés Cultural (BIC), corresponde al Parque de Borde de Cerro Seco, contiguo al Parque Ecológico de Montaña Cerro Seco. Este espacio, definido como área de protección ambiental según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), alberga un ecosistema Subxerofítico Andino, preservando especies de flora y fauna nativas, algunas de ellas en peligro o amenaza”, expone la entidad.

El origen incierto del Palo del Ahorcado ha dado lugar a leyendas populares, entre ellas, la historia de Ernestina y Pablo, dos compadres que, hace casi un siglo, viviendo cerca de este eucalipto, mantuvieron una relación amorosa y fueron excomulgados y castigados por vivir en concubinato. Producto de esto, Pablo desapareció y, en medio de su tristeza, Ernestina se ahorcó. Desde allí a este árbol se le conoce con el nombre de Palo del Ahorcado.

Con el paso del tiempo y su gran resistencia, Cerro Seco y el árbol se han convertido en puntos de referencia físicos, simbólicos y espirituales para la comunidad de Ciudad Bolívar, generando nuevas prácticas y procesos en su entorno. Inicialmente, se realizaban actividades cotidianas como lavar la ropa, bañarse, recorrer el cerro, realizar deportes, entre otras, que fortalecen los lazos comunitarios.

Ese árbol ha significado muchas cosas, entre otras razones, porque es viejísimo, muy antiguo, ya estaba aquí cuando mi mamá llegó, cuando llegó mi papá (...) ha sido testigo de cómo hemos ido creciendo”, explica a la AFP Tatiana Pinilla, docente y residente de Potosí, la barriada de pequeñas casas de techos de hojalata fundada por la generación de sus padres en los años ochenta y que colinda con el misterioso eucalipto.

Como parte del proceso y la iniciativa de los residentes de Ciudad Bolívar en unión con el IDPC, se publicó el libro“Palo del Ahorcado. De la raíz a la resistencia” y el cuento “Violeta echó raíces en la montaña”, una invitación a comprender y valorar otras formas de patrimonio cultural y natural presentes en la ciudad.