Testigo de asesinato de sacerdotes anglicanos en el CTI

El vigilante Miller Arley Silva se encuentra rindiendo su versión de los hechos ocurrido en el barrio Boitá en la localidad de Kennedy en Bogotá, donde murieron dos sacerdotes anglicanos. 

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El vigilante Miller Arley Silva se encuentra rindiendo su versión de los hechos ocurrido en el barrio Boitá en la localidad de Kennedy en Bogotá, donde murieron dos sacerdotes anglicanos. 

Cerca de cinco horas cumple la declaración del vigilante Miller Arley Silva, considerado como “un testigo clave” del crimen cometido en contra del sacerdote anglicano Germán Giraldo y el abogado Marco Fidel Rodríguez.

"Es una presentación voluntaria, no hay orden de captura en este caso y se busca colaborar con el esclarecimiento de los hechos que investiga la Fiscalía en este momento. Al haber estado en el sitio de los hechos, necesariamente se convierte en un testigo, no por voluntad de él sino porque así las circunstancias lo han determinado", explicó Jaime Humberto Camargo Fonseca, abogado defensor del Silva. 

Según la información recolectada por las autoridades, unos campesinos del Meta le habían ofrecido a la Iglesia Universal Apostólica Anglicana (IUAA), a la que pertenecían Giraldo y Rodríguez, un dinero que estaba escondido en una especie de caleta, a cambio de una “recompensa” de $200 millones, trato que los religiosos habían aceptado.

El obispo Rosendo Úsuga Higuita, quien sobrevivió al crimen, relató que en el vehículo iban cuatro personas, una de ellas un vigilante identificado como Míller Arley Silva; quien desapareció tras el extraño incidente.

En diálogo con parientes del asesinado padre Giraldo, El Espectador conoció que la familia de este sacerdote sabía desde hace unos 15 días del tema de la caleta. La versión que Giraldo le entregó a su familia fue que el guardia de seguridad Míller Arley Silva, que trabajó en el edificio donde él vivía, había sido contactado por unos campesinos de Villavicencio que no sabían qué hacer con dos canecas llenas de dinero que se habían encontrado mientras construían una chuza. Esos campesinos, supuestamente, contactaron al vigilante Silva y él, a su vez, al padre Giraldo.

Según un dictamen de Medicina Legal los dos hombres fueron asesinados con tiros de gracia. 

Información de Caracol Radio y Diario El Espectador.