Se descubren desviaciones ilegales que afectan caudal del río Guatapurí

La Gobernación del Cesar, mediante una jornada adelantada por el equipo técnico de la Secretaría de Ambiente, clausuró las desviaciones ilegales que particulares hacen en el río Guatapurí, a la altura del Balneario Hurtado.

Colombia.com - Actualidad
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La Gobernación del Cesar, mediante una jornada adelantada por el equipo técnico de la Secretaría de Ambiente, clausuró las desviaciones ilegales que particulares hacen en el río Guatapurí, a la altura del Balneario Hurtado.

Esta situación fue considerada como histórica por los vendedores y visitantes al río, debido a que con el hecho adelantado por el Gobierno de la Prosperidad A Salvo, el afluente recuperó su cauce.

“Se pudo cerrar la desviación ubicada a pocos metros de la sirena. Este era uno de los desvíos que más nos preocupaban debido a que era muy grande y se llevaba muchos litros de agua”, explicó el secretario de Ambiente, Andrés Felipe Meza Araújo.

El funcionario agregó que tras el procedimiento, “se pudo constatar cómo aumentaron los cuerpos de agua y por sobre todo cómo la corriente recobró vida, debido a que estaba disminuida por el crudo verano, pero también por las desviaciones ilegales”.

Durante la jornada,  que contó con la participación de Corpocesar y el Ejército Nacional, se detectaron otros desvíos, sin embargo la Secretaría de Ambiente no procedió hasta no tener los estudios pertinentes.

“Se encontró otro desvío a pocos metros del Puente Colgante, sin embargo no lo cerramos por dos aspectos: el primero porque es el que abastece al acueducto de Los Corazones y segundo porque se necesitan equipos especiales que garanticen que dicha localidad no quede sin el preciado líquido”, agregó Meza.

El secretario de Ambiente aclaró que de este desvío “se aprovechan de manera ilegal varias fincas, por lo que se ha planteado hacer una nueva visita con los dispositivos y el personal especializado para proceder”.

Este río, ícono de la ciudad, es muy visitado por sus aguas cristalinas y frescas, que nacen en la laguna Curigua, en la Sierra Nevada de Santa Marta, y cobra vital importancia entre los vallenatos debido a que alimenta de agua al acueducto de dicha ciudad.