Tragedia animal en la cabalgata de Tuluá

Una ola de críticas ha surgido tras la realización de la cabalgata de la Feria de Tuluá, llevada a cabo en la noche del pasado jueves 15 de junio. El evento, autodenominado como la "cabalgata más grande del mundo", ha dejado denuncias de maltrato animal y la lamentable muerte de al menos dos caballos.

Con el fin de lograr un reconocimiento mundial por parte del Guinness World Records, Faustino 'Tino' Asprilla, exfutbolista de la Selección Colombia, organizó esta masiva cabalgata en el departamento del Valle del Cauca. 

Desde la mañana, la organización Conexión Animal publicó en su cuenta de Twitter que los defensores de los animales estuvieron realizando una vigilancia durante el desembarque de los caballos. Durante este proceso, descubrieron la preocupante situación de caballos desnutridos y con lesiones en sus patas, lo que generó una creciente indignación entre los activistas.

El trágico incidente se produjo cuando uno de los jinetes y su caballo cayeron desde el Puente Negro, ubicado en la calle 34 con carrera 28 de Tuluá. La caída, con una altura de aproximadamente cinco metros, resultó en la muerte del caballo y graves lesiones en el jinete, quien fue trasladado de inmediato a un centro asistencial.

La veterinaria encargada de atender al caballo diagnosticó un trauma craneoencefálico como consecuencia de la caída, pero, lamentablemente, no logró salvarle la vida al animal.

“Esta cabalgata se ha promovido como la más grande del país, pero, en realidad, lo único que esto nos ha dejado son hechos lamentables. La cabalgata no ha terminado y tenemos un equino muerto”, dijó Catherine Morales Buitrago, la diputada del Valle del Cauca y miembro del Movimiento Animalista.

A pesar de las medidas establecidas por la Alcaldía de Tuluá, como la prohibición de consumo de licor, la limitación de un jinete por caballo y la prohibición de utilizar equipos de sonido en los animales, los informes del Movimiento Animalista revelaron la presencia de caballos con lesiones en las patas, deshidratados y desnutridos durante el desfile. Además, también se observó la participación de jinetes en estado de embriaguez y menores de edad en el evento.

Este evento ha vuelto a poner en el centro del debate la protección de los animales y ha resaltado la urgencia de establecer regulaciones más rigurosas para salvaguardar el bienestar de los animales involucrados en este tipo de actividades. La trágica realidad de maltrato y fallecimiento de los caballos ha generado una llamada a tomar medidas concretas para prevenir futuros incidentes similares y promover el trato respetuoso hacia los animales en eventos públicos.