Uribismo propone multa por inasistencias a sesiones del Congreso

Un recinto tan grande para que nadie asista, así sucede diariamente en el Congreso. Pues ahora la excusa es la  época electoral. Son muchos los representantes que no van a trabajar y dejan a la deriva sus obligaciones como funcionarios públicos. 

Colombia.com - Actualidad
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Un recinto tan grande para que nadie asista, así sucede diariamente en el Congreso. Pues ahora la excusa es la  época electoral. Son muchos los representantes que no van a trabajar y dejan a la deriva sus obligaciones como funcionarios públicos. 

La ausencia siempre ha brillado por su excelencia en el Congreso. Tanto es así que Alejandro Gaviria, ministro de Salud, convocó con bastante tiempo un debate de control político sobre la agonía de la salud en Colombia  y de 166 congresistas tan solo diez se quedaron para escuchar y ver la detallada exposición que realizó Gaviria, en específico, sobre el estado crítico de las entidades prestadoras de salud, SaludCoop y Caprecom.

Tanto es así que la evidente inasistencia o falta de compromiso por los congresistas fue calificada como un ‘cáncer’ que carcome el Capitolio afirmó el ministro del Interior y expresidente del Senado, Juan Fernando Cristo.

En campaña política, las ausencias de los parlamentarios a las sesiones de las comisiones y las plenarias se han incrementado, tanto así que la mayoría de proyectos que vienen siendo aprobados apenas tienen los votos mínimos requeridos, mientras muchos congresistas se la pasan en sus regiones dando discursos de sus planes de gobierno para el 2016.

El ausentismo no sólo ha paralizado parte de la agenda legislativa sino que se ha convertido en materia de indignación en la opinión pública, que gracias a los medios de comunicación ha descubierto cómo muchos congresistas, que ganan 25 millones de salario mensual, evaden sus obligaciones laborales y sin mayores escrúpulos se ausentan de las sesiones.

Los novatos senadores y representantes del Centro Democrático han presumido de ser los que siempre van a trabajar. En el senado, por ejemplo, es casi que cotidiano ver a los 19 senadores uribistas acompañar de principio a fin, y hasta altas horas de la noche, a su jefe Álvaro Uribe, que tiene como su principal consigna la disciplina.

En el caso del debate del control político para el sector de la salud no fue así pues, representantes como María Fernanda Cabal, Navas Talero, Angélica Lozano, Barguil, Penagos, Díaz Granados y 150 más, no llegaron.

Precisamente, el uribismo asegura tener la fórmula para acabar con el ausentismo. Castigar a quienes falten a sus labores, sin excusa justificada, donde más les duele: en el bolsillo.

El senador Alfredo Ramos es el autor de la iniciativa, “busca endurecer las sanciones y fortalecer los procesos para su aplicación, con el fin de combatir el ausentismo de los congresistas y funcionarios citados a sesiones plenarias y comisiones”.

Para ello propone que a los ausentistas sean multados con un salario mínimo legal por cada inasistencia, para lo cual “dichas inasistencias deberán ser reportadas mensualmente por el presidente de cada cámara y comisión mediante un detallado informe que será entregado al Consejo de Estado.

Un buen proyecto, pero a la vez lamentable que los que dirigen y aprueban proyectos carezcan de compromiso por sí mismo,  y lastimosamente se tenga que llegar a las normas estrictas para que se ganen su salario de una manera debida como se la ganan millones de colombianos.

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