Falleció el gran tamborero "Batata"

Sábado, 24 / Ene / 2004
 
Colombia.com
A los 76 años y después de pasar varios días internado en un centro de salud de Bogotá, falleció “Batata”. Este tamborero, que nació en San Basilio de Palenque y que es recordado, entre otras cosas, por componer temas como “La candela viva” que alcanzó la fama en la voz de Totó La Monposina, deja un gran vacío en la música colombiana.

Pocos sabían que Batata se llamaba en realidad Paulino Salgado y que era el tercero en su familia que llevaba el honor de ser reconocido como “Batata”. Oriundo de San Basilio de Palenque (Bolívar), donde nació el 29 de mayo de 1927, este hombre que realizó innumerables trabajos durante su vida (albañil, pintor, agricultor, entre otros), se convirtió en uno de los más importantes tamboreros con los que ha contado el folclor del país. Experto en los tambores alegre y pechiche, fue un prolífico creador que aportó su talento a géneros como bullerengue, la gaita y la chalupa, entre otros.

Desde hacía varios años residía en Bogotá. Sin embargo, siguiendo con su volundad, su cuerpo será enterrado en su tierra, en San Basilio, al ritmo de tambores. Su velación sin embargo lleva a cabo, este sábado y el domingo en la Fundación Colombia Negra (Cra. 5 #26-42) en Bogotá.

Batata no se encontraba bien de salud. El pasado 3 de diciembre tuvo que ser internado de urgencias a la Clínica Reina Sofía. Allí, los doctores le diagnosticaron “insuficiencia cardiaca congestiva con edema pulmonar” y fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Shaio para recibir atención especializada. Sin embargo su cuerpo no resistió más y dejó de funcionar.

Su muerte es una gran pérdida para la cultura nacional y se une al luto en el que estaba la música colombiana con la muerte, en días pasados de la cantante lírica Carmiña Gallo. Este 2004 ha cobrado la vida de dos importantes representantes y defensores de las tradiciones.

Batata, sin duda, será difícil de olvidar. Su habilidad con los tambores era reconocida nacional e internacionalmente. Hace poco, había aceptado la invitación de participar en “Contacto”, el más reciente álbum del Andrés Cabas. Él es parte de la canción “Puerto Jabalí”, que inicia por cierto con su áspera pero melodiosa voz diciendo: "Yo soy Paulino Salgado, Batata, de la sangre negra...". Una antesala a su descarga de tambores, a la que le sigue la voz fuerte de una cantadora que transporta a quienes escuchan este tema a las calles de San Basilio de Palenque. Durante todo la canción, Batata toca el tambor alegre de forma magistral y acompaña Cabas en los coros.

Batata era descendiente de músicos. Hijo de Luz María Valdez “La Luz” y de Manuel Salgado “Batata II”, reconocido tamborero de chalupa, gaita, bullerengue y cumbia; quien se encargó de enseñarle a Paulino su arte desde la edad de los ocho años. Pero su abuelo paterno, Pedro Salgado Cañate, “Batata I” fue quien le enseñó a tocar en principio el tambor pechinche. Mejor dicho, Paulino creció entre música e instrumentos y a pesar de haberse dedicado a diferentes labores durante su vida (para poder conseguir lo del sustento), la música siempre estuvo presente. Vivió en Barranquilla, Valledupar, Medellín y Bogotá. En 1979, mientras estaba en la fría capital, la maestra Sonia Osorio lo invita a trabajar con el Ballet de Colombia. Y con ella conoce el mundo. Viaja a Moscú, París, Tokio, Roma, México, Estados Unidos, entre otros lugares que nunca se imaginó conocer.

Las mujeres seguirían siendo sus ángeles de la guarda. Años más tarde, hacia 1986 Totó la Momposina, lo convirtió sin dudarlo en su tamborero mayor y con ella grabó tres discos, y fue autor de temas como “La Candela Viva”, “La Verdolaga” y “La Ceiba”, entre otros. Uno de sus últimos trabajos discográficos fue lo realizó en el 2002 bajo el título “The King of Champeta”, con la dirección de Lucas Silva y varios músicos colombianos.

En los últimos años estaba dedicado a enseñar sus secretos, porque para él era importante que la tradición de su música y su virtuosismo a la hora de tocar un tambor no se perdieran. Su muerte dejará un gran vacío en la música tradicional.

Fotos tomadas de la página Web: www.musicalafrolatino.com
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