El termómetro electoral

“Que lo que importan no son las encuestas sino las elecciones”, “ que lo que hay que hacer es trabajar y trabajar” o “que le torcerá el pescuezo a las encuestas”, son las declaraciones que han expresado los candidatos presidenciales Noemí Sanín, Álvaro Uribe y Horacio Serpa cuando se les ha indagado su opinión acerca de los mismos.

Sin embargo, aunque traten de aparentar no prestarle demasiada importancia a los resultados y de aceptarlos con serenidad, no se puede negar que las encuestas se convierten en un buen termómetro para medir las preferencias de los colombianos de cara a los comicios presidenciales y que sirven además como base para que los políticos replanteen sus estrategias y su discurso.

Si observamos los últimos resultados del tanteo realizado por la firma Napoleón Franco a instancia de RCN radio, Canal RCN, el diario El Tiempo y la revista Semana, éstos resaltan tres aspectos. Por un lado, el bajón de 11 puntos que registró Uribe Vélez, líder de Primero Colombia; el ascenso de Luis Eduardo Garzón del 1 al 7%, llevándose el tercer lugar y desplazando a Noemí, y por último, un 3,4 adicional para el candidato del Partido Liberal.

De esta manera, los porcentajes van en un 47,6% frente a un 59,5% anterior, en el caso del ex gobernador de Antioquia; para el aspirante oficialista 27,4%; 7,06% para Garzón y 6,5% para la antioqueña; eso en cuanto a los primeros lugares.

Los otros son Ingrid Betancourt, quien se encuentra en poder de las Farc junto con su fórmula vicepresidencial Clara Rojas con 0,19% y el general Harold Bedoya con 0,5%.

Las conclusiones apuntan a que a Uribe no le favorecieron las críticas formuladas en contra de las Fuerzas Militares cuando cuestionó su desempeño frente a los acontecimientos ocurridos en Génova -Nariño- donde la guerrilla se tomó la población. El otro elemento que también influyó para su descenso en las encuestas, fueron los enfrentamientos presentados con sus contendores, especialmente con Horacio Serpa y luego con Noemí Sanín.

Una primera prueba de que el mismo postulante se dio cuenta de ello, fue el felicitar a los altos mandos por la certificación otorgada a Colombia en materia de derechos humanos de parte del Congreso de Estados Unidos, donde si bien no se retracto del todo, al reafirmarse en que es necesario exigir resultados concretos, sí le bajó el tono a su discurso.

En lo que respecta a Garzón, hay un fenómeno bien interesante, pues el sindicalista logró inclinar la balanza a su favor y los efectos se están empezando a sentir con el cambio en el lugar de las encuestas que ocupó. Además, así no resulte elegido Presidente, es conveniente resaltar la importancia en la conformación de esta nueva “fuerza política alternativa”, que se denomina Polo Democrático y que busca hacerle contrapeso a los partidos tradicionales.

Noemí en cambio, aunque sigue de cerca a Garzón, tiende a desparecer de la contienda electoral y a Serpa le ayuda el terreno que ha ganado en la Costa Caribe –44%-.

Míremos ahora la investigación de “Voz y Voto” realizada por la Firma Invamer Gallup y el Centro Nacional de Consultoría por encargo del Canal Caracol, El Colombiano, la revista Cambio, el Espectador, El País, El Universal, El Heraldo, La Patria y la Opinión. En este caso, al hacer la comparación se encuentran aspectos comunes: más puntos para Horacio Serpa –cinco- y más para Garzón que pasa del 1 al 4%; con la diferencia de que según este sondeo el favoritismo de Uribe es mayor al obtener un 51% y Noemí se mantiene estable en el tercer lugar.

29% para Horacio Serpa, 7% para Noemí Sanín y un 1%, tanto para la candidata presidencial del Partido Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt y el general Harold Bedoya; fueron los puntajes obtenidos en esa ocasión por los aspirantes a la Primera Magistratura del Estado.

Como se ve con todo esto, en la contienda electoral nada está escrito, pues la opinión de la gente es un termómetro que puede variar en cualquier momento sobre todo teniendo en cuenta que Colombia es un país en el que abundan las noticias y las diferentes circunstancias por las que atraviesa el país terminan colándose como es natural en las percepciones de la gente donde la actitud que asuma cada uno de los presidenciales frente a diferentes temas es determinante y definitiva.