Una elección histórica

Lunes, 27 / May / 2002
 
Colombia.com
El Presidente electo, liberal disidente y líder del movimiento “Primero Colombia”, obtuvo el 53,04% del favoritismo en las elecciones presidenciales. A pesar de la arrolladora cifra, el 53.72 de los colombianos se abstuvieron de votar. En 14 de los 19 departamentos Álvaro Uribe Vélez tuvo preferencia en más de un 50%. Horacio Serpa por su parte, “barrió” en la Costa Atlántica.



Desde 1970, cuando el ex presidente conservador Misael Pastrana Borrero le ganó la Primera Magistratura a su más cercano oponente, el militar conservador Gustavo Rojas Pinilla, los colombianos no habían presenciado una lucha por la jefatura del Estado diferente a la protagonizada por los tradicionales partidos del liberalismo y conservatismo.

En esta oportunidad Álvaro Uribe Vélez, quien consiguió posesionarse como candidato presidencial gracias a las firmas de los colombianos que apoyaron su movimiento independiente “Primero Colombia”, le ganó en la primera vuelta a su contrincante, el líder del Partido Liberal Horacio Serpa Uribe. Esta es la primera vez en doce años (desde que se puso en vigencia la segunda vuelta electoral) que un aspirante se convierte en mandatario de la República en una primera ronda.

Uribe Vélez tuvo preferencia en 19 de los 32 departamentos colombianos, además de la ciudad de Bogotá. De ellos, en ocho estuvo por encima del 50 por ciento, en seis del 60% y uno del 70%. En esta última cifra obtenida en el departamento de Risaralda, logró 190.851 votos, mientras que Horacio Serpa logró 39.089.

En los departamentos de Arauca, Caldas, Antioquia, Atlántico, Cundinamarca, Guaviare, Huila, Meta, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Tolima, Valle y la ciudad de Bogotá, el liberal disidente obtuvo el primer lugar en votaciones.

Los departamentos en donde Uribe ganó por encima del 60% son: Risaralda 70%, Caldas 67%, Antioquia y Quindío 66%, Meta 64% y Norte de Santander 60%.

La capital del país, fue el lugar donde más se concentró el número de votantes, pues de los 2,146,720 votos, 1,207.839 fueron para Uribe, mientras que Serpa obtuvo 528.356.

Por su parte, el liberal Horacio Serpa Uribe “barrió” en los departamentos de la costa colombiana. Guajira 66,87%, Sucre 60%, Atlántico, Cesar y Córdoba 53%; y Bolívar con 51.

En el pacífico, los chocoanos lo prefirieron en un 70%; mientras que el oriente y sur del país contó con Vaupés y Vichada con un 58%. En Amazonas y Guanía, ganó pero por debajo del 50%.

Magdalena, fue el único departamento de la costa en donde el presidente electo fue el elegido por la mayoría. Allí obtuvo el 47%, muy seguido de Serpa quien alcanzó el 43%.

En orden de resultados, Bogotá, Boyacá, Quindío, Caldas y Risaralda, fueron los lugares en donde la intención del voto de los colombianos estuvo por encima del 50%. Sin embargo, la abstención en toda Colombia llegó al 53.72%, la cifra más alta en los últimos ocho años.

De las votaciones realizadas en Casanare, el 4.27% fueron en blanco. Este resultado es en materia porcentual. Por su parte, la ciudad de Bogotá y el departamento de Antioquia fueron los lugares en donde más personas votaron por esta opción. En total, 195.465 colombianos sufragaron en esta casilla.

A Casanare, le sigue Arauca con un 4.11%, Caquetá 3.76%, Guaviare 3.62% y Putumayo 3.33%.

Por otro lado, la candidata por el movimiento “Sí Colombia” obtuvo el tercer lugar en 17 departamentos; esta cifra aunque superior, no fue suficiente para alcanzar al líder del movimiento “Polo Democrático” Luis Eduardo Garzón, quien a pesar de ganar en 15 lugares, además de la ciudad de Bogotá, se quedó con el tercer puesto en los comicios finales con 679.201 votos.

Treinta y dos años después
Por tradición, los colombianos han elegido Presidente perteneciente a alguno de los dos partidos políticos más importantes en la historia colombiana.

La lucha siempre ha sido entre liberales y conservadores, sin embargo, en estas últimas elecciones no se presentó esta situación. En este caso, la independencia liberal de Álvaro Uribe Vélez estuvo por encima del director oficial de esta colectividad, Horacio Serpa Uribe.

El último caso en donde no hubo necesariamente un miembro de esta filiación y un conservador en la disputa por la Primera Magistratura, fue en 1970. En aquella ocasión el ex presidente conservador y representante del Frente Nacional, Misael Pastrana Borrero le ganó con amplia ventaja al militar conservador Gustavo Rojas Pinilla.

Sin embargo, después del periodo de Gobierno de Pastrana Borrero, padre del presidente saliente Andrés Pastrana Arango, la lucha entre partidos continuó, pues los mandatarios siguientes como Alfonso López Michelsen (liberal), Julio César Turbay Ayala (liberal), Belisario Betancourt (conservador), Virgilio Barco Vargas (liberal), César Gaviria Trujillo (liberal), Ernesto Samper Pizano (liberal) y Andrés Pastrana Arango (conservador), llegaron a la Jefatura del Estado tras disputársela con un candidato del partido contrario.

En cambio, remontándonos al presente, la mayoría de los aspirantes a la Magistratura del Estado se proclamaron como independientes, de esta forma el abanico lo integró Luis Eduardo de Polo Democrático, Ingrid Betancourt del Partido Verde Oxígeno y Noemí Sanín de Sí Colombia.

Por otro lado, en esta ocasión, los conservadores no contaron con un candidato oficial que los representará en las urnas ante la renuncia de quien fuera elegido para esta misión, el ex ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, a quien se el convocó por segunda vez para que insistiera en estas aspiraciones, pero él cual renunció ante la falta de consenso entre la colectividad.

“No estoy acompañado en este momento, ni respaldado, las condiciones no están dadas para que proseguir con esta tarea”, comentó al explicar el por qué de su determinación que lo llevó a retirarse de la contienda.

Dijo también que sí regresó al país fue para asumir en nombre de todo el Conservatismo y no de una porción de este. “Me abstendré de inscribir mi candidatura como una contribución a la unidad de la colectividad y a su proyección futura”.

Para el politólogo Alejo Vargas, ante este hecho vale la pena analizar un elemento de preocupación muy grande con la vida política de los “azules”, quienes en primera instancia realizaron varios intentos de alcanzar la Jefatura del Estado, ensayando con Augusto Ramírez Ocampo y luego con Juan Camilo Restrepo.

Luego, el optar por no respaldar al finalmente elegido, se constituyo en un reflejo de la crisis al interior de la colectividad.

Por último, ante la ausencia de este contendor se le restó al debate electoral, la posibilidad de contar con un candidato de muy buena calidad y que hubiera contribuido sobre todo en lo que tiene que ver con la política económica.

En cuanto a la decisión de respaldar a Álvaro Uribe Vélez, esto obedeció a dos factores, por un lado se actúo estimulado por los sondeos de opinión que arrojaban al líder de Primero Colombia como el preferido por los colombianos y por otro, por un elemento ideológico que demuestra como la propuesta de autoridad y de buscar reestablecer el orden se asemeja ha sido muy del conservatismo, lo cual facilitó esa proximidad y esa cercanía.
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