Especial: El Sombrero Vueltiao, Símbolo Colombia

Jueves, 29 / Jun / 2006
 
Colombia.com
La campaña realizada por La Revista Semana, el Ministerio de Cultura y Caracol Televisión para escoger el símbolo de los colombianos, dio como ganador al sombrero vueltiao, elaborado de fibra caña por los indígenas zenúes del Departamento de Córdoba. El sombrero vueltiao ganó como símbolo sobrepasando al café, al carnaval de Barranquilla y a la orquídea.

Durante un mes, alrededor de 394.606 colombianos participaron y votaron por 50 símbolos entre objetos, productos agropecuarios, herramientas de labranza, prendas y alimentos típicos, y de ellos y 75.580 se inclinaron por el sombrero vueltito.

La famosa prenda, utilizada por personalidades como el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, el Papa Juan Pablo II y el presidente venezolano, Hugo Chávez, ganó como símbolo al café, al carnaval de Barranquilla y a la orquídea.

El café alcanzó 59.072 votos y el carnaval de Barranquilla, obtuvo 28.181 votos. En la convocatoria también recibieron votos significativos el río Magdalena, los dos mares, las murallas de Cartagena, Macondo, las hormigas culonas, la empanada, el tamal, el vallenato, el Poporo, la panela y el himno nacional., entre otros.

Un sombrero con historia

El sombrero vueltiao, cuenta con su propio festival que se lleva a cabo durante el mes de diciembre en San Andrés de Sotavento y ha sido usado por varios personajes como el presidente Álvaro Uribe Vélez, el Papa Juan Pablo Segundo, entre otros.

La principal zona de producción de este sombrero está en los resguardos indígenas ubicados en San Andrés de Sotavento, en los corregimientos Tuchín, Los Vidales, Bellavista, El Contento, La Cruz del Guayabo y Comején. En el diseño de este símbolo cultural del país, se aprecian sus orígenes precolombinos.

Para su elaboración se utiliza la hoja de una palma a la que se le denomina caña flecha y la cual es cultivada en la misma región.

Luego de un complejo proceso de raspado, pulimento, clasificación, deshidratación, cocción y coloración de las fibras, los artesanos proceden a trenzar el "vueltiao", combinando de manera armónica las fibras negras y blancas para formar las figuras geométricas denominadas pintas.

Estas pintas simbolizan elementos totémicos de la cultura indígena y llevan nombres pintorescos como "flor de cocorilla", "ojo de sardina", "mariposa", "granito de arroz", "flor de limón", "corazón de abanico", entre otros.

Esta prenda se caracteriza por su elegancia, poco peso y ductilidad. Esta última característica hace que un sombrero vueltiao fino se pueda envolver de tal manera que pueda guardarse en uno de los bolsillos del pantalón sin que su trenzado ni su configuración sufran el más leve daño.

Origen de la trenza:

Algunos investigadores suponen que la trenza del sombrero vueltiao evolucionó de la cestería, que a su vez se desarrolló plenamente como secuela del domesticación del maíz, al igual que la cerámica.

La cestería aportó los canastos, balayes y chocoés de gran utilidad en la siembra, recolección y beneficio del apreciado grano.

Es de presumir que de los bejucos, napas, cepas y majaguas de cierta rigidez se pasó a la tejeduría con fibras blandas y flexibles de palmas y gramíneas. Entre estas últimas la caña flecha, de donde se obtienen los filamentos con los que se hace el trenzado del sombrero.

La Caña flecha:

La caña flecha es una gramínea tropical aborigen, que en terrenos bajos de composición arcillosa y arenosa adquiere su mayor crecimiento, desarrollo y propagación.

El campesino le da varios usos: el tallo después de florecer la planta se emplea para cercar las casas; la espiga de la inflorescencia para flechas de pescar; la panoja como elemento ornamental casero al natural o teñida de vivos colores; de las hojas se aprovecha la nervadura central para obtener la fibra para la trenza del sombrero, y su bagazo se da como forraje a las bestias cuando escasea el pasto. Algunos le atribuyen insospechadas cualidades medicinales diuréticas.

La caña flecha (Gynerium Sagitatum) se cultiva en el resguardo de San Andrés de Sotavento con sistemas tradicionales y empíricos en la zona noroeste, en las veredas de Roma, Costa Rica y el Delirio en un área de 250 hectáreas aproximadamente. También hay pequeños lotes en Los Vidales, Tuchín y otros parajes.

Marcada del sombrero:

La costumbre de hacer marcar los sombreros no es reciente, viene de muchos años atrás. Según testimonio de algunos informantes parece ser que las letras se elaboraban directamente en la trenza, como si fuesen unas pintas más, lo que requería extraordinaria creatividad y precisión, ya que al coser el sombrero el distintivo debía ocupar la parte frontal de la "vueltaúltima".

Esta pericia era un don exclusivo de pocos trenzadores, como sigue siendo hoy en día, con la diferencia que la marcada se hace después de confeccionado el sombrero. Para ello se procede de la siguiente manera:

Se suelta la parte frontal de la "vueltaúltima" (recordemos que debe llevar peine y/o pinta) y se corta con unas tijeras el pedazo donde se insertará la nueva fracción de trenza con el nombre del usuario.

Con información de la Gobernación de Córdoba
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