Secuenciar el genoma humana y vivir 150 años

Si es cierto que los genes cuentan la historia de la vida de las personas, entonces deben tener alguna alteración en su secuencia de A, C, G y T pues su cerebro funcionan como el de casi nadie más.

Colombia.com - Tecnología
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Si es cierto que los genes cuentan la historia de la vida de las personas, entonces deben tener alguna alteración en su secuencia de A, C, G y T pues su cerebro funcionan como el de casi nadie más.

Uno se pregunta qué tiene en su ADN el profesor de génetica de la Universidad de Harvard George Church.

Si es cierto que los genes cuentan la historia de la vida de las personas, entonces deben tener alguna alteración en su secuencia de A, C, G y T pues su cerebro funcionan como el de casi nadie más.

Hace unos 30 años, Church era uno del puñado de personas que fantaseaban con secuenciar el genoma humano: todas las letras del código que nos distingue tanto de las moscas, como de nuestros padres.

Su laboratorio fue el primero en inventar una máquina para descifrar el código, y Church ha seguido mejorándola desde entonces.

Una vez se secuenció el primer genoma, impulsó la idea de que no era suficiente tener una sola secuencia; que necesitábamos tener las de todo el mundo. Cuando le recordaron que había costado casi US$3.000 millones secuenciar el primero, construyó otra máquina.
Ahora, el costo se ha reducido a menos de US$5.000 por genoma, y Church asegura que pronto bajará 10 o 20 veces más, hasta que cueste más o menos lo mismo que hacerse un examen de sangre.

Church contempla un día en el que un implante en el cuerpo será capaz de identificar las primeras mutaciones de un tumor potencial, o los genes de una bacteria invasora.

Será posible tomarse un antibiótico que ataque al invasor o una pastilla contra el cáncer cuyo blanco sean solamente esas pocas células renegadas.

Otro dispositivo revisaría el medio ambiente que rodea a las personas y les avisaría si están entrando a un lugar que pone en riesgo su salud.

Una amplia gama de desórdenes genéticos podrán ser identificados al nacer, incluso en el momento de la concepción, y diminutos virus preprogramados serán introducidos al cuerpo para que penetren las células indicadas y corrijan el problema. Modificar el cuerpo adulto ante las primeras señales de enfermedad sería igual de fácil, predice.
No hay razón, según Church, para que la gente no pueda llegar a vivir hasta los 120 años de edad, y luego hasta los 150.

"Solía prevalecer la actitud de: 'éste es su destino genético, acéptelo', pero ahora la actitud es: la genética realmente se trata de los cambios que se pueden hacer en el entorno para cambiar su destino".

BBC Mundo