La eSIM card, ¿la respuesta para reducir los desechos plásticos?

En 1991, la compañía alemana Giesecke & Devrient creó la primera SIM card. Originalmente del tamaño de una tarjeta de crédito, este producto fue desarrollado con el fin de permitir que los usuarios de teléfonos móviles cambiar de dispositivo sin perder sus datos de suscripción e información de identidad. La introducción de la SIM card fue uno de los factores que conllevó a la popularización de los teléfonos móviles en todo el mundo. Hoy en día, las tarjetas SIM son más pequeñas y la tecnología es mucho más avanzada que en los años noventa. Su uso es tan frecuente que la mayoría de usuarios de teléfonos móviles están acostumbrados a colocar una tarjeta SIM a la hora de cambiar de dispositivo o de operador.

A pesar del diminuto tamaño de las SIM cards contemporáneas, este producto se suministra como un rectángulo de plástico similar a una tarjeta de crédito con un módulo de chip con unas dimensiones de 12,3 x 8,8 x 0,67 milímetros. Mientras que el chip es insertado en el dispositivo, el marco de plástico se desecha, lo cual tiene un impacto significativo en el medio ambiente. En los últimos años, las eSIM (“embedded SIM” en inglés) han surgido como una alternativa más conveniente y sostenible. Gracias a esta tecnología es posible tener cobertura sin necesidad de una tarjeta física, así como también contar con datos móviles en destinos internacionales como Nueva York y Miami al comprar una SIM Card USA.

A continuación, discutiremos en más detalle los beneficios de la eSIM card para el medio ambiente, y los pasos necesarios para adquirir y activar este tipo de tecnología.

Los beneficios de la eSIM card para el medio ambiente

Según cifras de las Naciones Unidas, cada año se generan alrededor de 40 millones de toneladas de residuos electrónicos, de los cuales el 80% terminan en los vertederos. Teniendo en cuenta de que se distribuyeron más de 5.500 millones de SIM cards de plástico en 2020, se puede concluir que este producto genera altas cantidades de desperdicio.

Debido a que estas tarjetas están hechas de plástico y un porcentaje de metal, se les clasifica como “residuos mixtos combinados con otros residuos”, los cuales son de los tipos de residuos más complicados de reciclar.

La eSIM card se posiciona como una alternativa más sostenible ya que es una tarjeta digital incorporada en el teléfono, lo que significa que no es necesario utilizar una SIM física. Esto reduce la cantidad de plásticos desechables utilizados para producir tanto como para empacar el producto, así como las materias primas asociadas a su fabricación tales como el oro. Además de esto, las eSIM cards se pueden activar de forma rápida y digital sin la necesidad de conducir a una tienda o esperar a que llegue una tarjeta por correo.

No solamente es una buena opción para el medio ambiente, sino que también mejora la comunicación y facilita la conexión. Esto es especialmente ventajoso para los viajeros buscando alternativas más seguras y económicas al roaming internacional y las redes de Wi-Fi públicas.

¿Cómo obtener una eSIM?

Existen varios proveedores ofreciendo este tipo de servicio, incluyendo Holafly, TravelSIM y Ubigi. Holafly, por ejemplo, ofrece una eSIM prepago con roaming de datos en más de 160 destinos internacionales. Este producto ha sido desarrollado por un equipo de jóvenes nómadas especializados en tecnología, con oficinas y centros de operaciones en Colombia, España y Estados Unidos.

Aquellos interesados en adquirir una eSIM prepago o una eSIM internacional, simplemente pueden dirigirse a la página oficial de Holafly. Allí, encontrarán varias opciones y paquetes como una esim Estados Unidos con datos ilimitados en New York, Miami, Orlando y en todo el país. Luego de escoger el producto, se deberá escanear un código QR enviado por correo electrónico. Una vez hecho esto, es posible disfrutar de datos ilimitados al instante. Sin embargo, es importante tener en cuenta de que la eSIM card no es compatible con todos los dispositivos móviles, especialmente aquellos que no son de alta gama.

En conclusión, las eSIM cards eliminan la necesidad de producción y desecho de plástico y metales utilizados en las tarjetas SIM tradicionales. Además, al permitir cambiar de operador sin cambiar de tarjeta, se reduce la producción y envío de nuevas tarjetas. Todo esto disminuye la huella ambiental de la industria de las telecomunicaciones. Proveedores como Holafly ofrecen una eSIM internacional que es una alternativa más económica al roaming de datos y proporciona cobertura en numerosos destinos alrededor del mundo.