Barranquilla

Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Puerto Velero

Barranquilla es mar, es brisa y es alegría total. Barranquilla es alma Caribe y el río Magdalena corre por sus venas haciendo de la Puerta de Oro de Colombia un lugar único y muy importante para formar un país que crece mirando siempre hacia adelante.

Actualización
Puerto Valero un lugar en donde el amor por el mar y los placeres de la tierra, se unen y ofrecen una experiencia única a quien lo visita. Foto: Shutterstock
Puerto Valero un lugar en donde el amor por el mar y los placeres de la tierra, se unen y ofrecen una experiencia única a quien lo visita. Foto: Shutterstock

Barranquilla es mar, es brisa y es alegría total. Barranquilla es alma Caribe y el río Magdalena corre por sus venas haciendo de la Puerta de Oro de Colombia un lugar único y muy importante para formar un país que crece mirando siempre hacia adelante.

Muy cerca de la arenosa Barranquilla, concretamente a 27 kilómetros al suroccidente se encuentra el municipio de Tubará, un lugar espléndido al que la madre naturaleza dotó con unas magníficas playas aptas para el veraneo y la práctica de los deportes náuticos.

Atraídos por la hermosura de su geografía, navegantes de todos los continentes arriban a su marina permanentemente, alentados por las bondades del clima y especialmente porque encuentran un escenario para el descanso pero también para la aventura que el océano ofrece.

Las aguas del Caribe son respetadas por marineros del mundo teniendo en cuenta que durante diferentes épocas del año se generan huracanes muy fuertes y se ve obligada una navegación restringida, sin embargo, Puerto Velero se encuentra afuera de esta zona de huracanes, una razón que junto a la hospitalidad de sus gentes convoca a más y más visitantes.

Pero no siempre Puerto Velero fue el lugar que es hoy, hubo una época en la que estaba muy descuidado y a pesar de su nombre no había puerto ni veleros. Un navegante y empresario catalán llegó al país detrás del amor de una colombiana y como suele ocurrir terminó en un doble enamoramiento.

Javier Julvez quedó anclado a este lugar de mágica belleza y junto a su esposa decidieron darse a la tarea de convertir este lugar en un espacio turístico que como destino fue consolidándose con el paso del tiempo.

Tristemente el señor Julvez ya no nos acompaña en este mundo porque quizás el Dios Poseidón le hizo un llamado que él no pudo rechazar pero su obra se fortalece y el apetito por este trozo del Caribe colombiano crece enormemente.

Este barcelonés de nacimiento pero colombiano y caribeño de corazón fue el gestor de este destino turístico que ayuda a fortalecer el encanto del entorno barranquillero, un lugar cuya magia se encuentra dispersa por kilómetros en medio de ciénagas, mar, playas y en el carácter de un pueblo que sabe cómo superar las dificultades gozando, bailando y disfrutando de las bondades de la vida.

La marina de Puerto Velero no es solamente un moderno y sofisticado atractivo turístico, tiene un gran trasfondo social que encarnado en un programa, promueve, apoya y desarrolla planes, proyectos y actividades que contribuyen al desarrollo humano y cultural de los residentes en el área geográfica del puerto.

Uno de los grandes trabajos que se ha realizado consiste en el fortalecimiento del sentido de pertenencia y de la identidad del territorio, favoreciendo encuentros que enriquecen una cultura en constante transformación.

Los resultados de estas experiencias se resumen en un libro llamado “Tzupará, riqueza mokaná”, aquí se muestran los saberes y la visión de los habitantes de la zona turística de Tubará y su forma de vivir.

Un documento que navega por los mares y pasa de mano como testigo de un ambiente que respira dinamismo y que merece ser reconocido como pueblo y como especial destino turístico colombiano.

Viajar a Puerto Velero es una experiencia inolvidable, recomendada para todos los turistas que desean combinar en sus viajes, belleza, descanso y emoción.