Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Parque Natural Lago de Tota

Cuando se habla de Tota muchos la llaman laguna por eso es importante zanjar la discusión de una vez y aclarar que es un lago, de hecho es el más grande de Colombia con 55 kilómetros cuadrados y después del Titicaca es el segundo lago navegable a mayor altura de Suramérica.

Actualización
Una reserva de belleza y vida natural. Foto: Shutterstock
Una reserva de belleza y vida natural. Foto: Shutterstock

Cuando se habla de Tota muchos la llaman laguna por eso es importante zanjar la discusión de una vez y aclarar que es un lago, de hecho es el más grande de Colombia con 55 kilómetros cuadrados y después del Titicaca es el segundo lago navegable a mayor altura de Suramérica.

UN CAPRICHO NATURAL PARA ETERNAMENTE PRESERVAR

El Lago de Tota es un cuerpo natural de agua con jurisdicción en los municipios de Tota, Aquitania y Cuítiva y sus suelos son considerados como de los más productivos del país, sin embargo un cultivo se destaca sobre los demás y es el de la cebolla, tanto así que esta zona produce cerca del 80% en el país.

El Lago de Tota es un territorio de caminos y páramos, un ejemplo de autenticidad natural en el mundo porque es alimentado por aguas de páramo, razón que debe alimentar todo esfuerzo para su protección y crear en los habitantes de la zona una gran conciencia ambiental pues no es un secreto que los cultivos de cebolla está robándole cuerpo al lago atentando seriamente contra su sostenibilidad.

Foto: Shutterstock
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El Lago de Tota es reconocido como sitio AICA-IBA, certificación de importancia mundial para las aves y su protección y en su territorio aparece la Reserva Natural Pueblo Antiguo para promover la memoria del sentir boyacense a partir del sano esparcimiento fomentando la acción ecológica y la protección de este lago.

Su importancia radica en que provee de agua a cientos de miles de habitantes de la zona y también porque los indígenas muiscas lo consideraron como un escenario sagrado en el que la madre naturaleza suministraba a los hermanos menores, el regalo de la riqueza natural que debía conservarse y agradecerse.

Foto: Shutterstock
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Tan solo la Reserva Natural Pueblo Antiguo está protegida y en su parte suroccidental llamada Bahía Blanca se encuentra Playa Blanca, un escenario de suma belleza con aguas de baja temperatura que es considerado como la playa a mayor altitud sobre el nivel del mar en el país y que es visitada por turistas en su mayoría del centro del país que aman la práctica de deportes acuáticos.

Una leyenda de ribetes históricos se cierne sobre el lago y tiene que ver con el monstruo “Diabloballena”, avistado en el año de 1652 y descrito como un enorme pez negro con cabeza a manera de buey y más grande que una ballena.

Esta leyenda fue escuchada por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada de boca de los indígenas de la región pero comenzó a darle crédito luego de escuchar a una prestante dama española habitante del Nuevo Reino de Granada quien afirmó haber visto al monstruo del lago.

Foto: Shutterstock
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La mitología muisca contiene datos sobre el monstruo diabloballena y los indígenas guardaban respeto por las aguas del lago pues su maltrato haría que dicho ser diabólico apareciera creando temor en la población, esta leyenda es equiparable a las del Cuero en Chile y sus indígenas Mapuches, el Lago Ness en Escocia o el Lago Nahuelito en Argentina.

En estos difíciles tiempos para el medio ambiente, el monstruo debería hacer su aparición pues este hermoso lugar de la naturaleza se ve amenazado por la acción del hombre y de todos depende su conservación.

El Lago de Tota es una verdadera maravilla de la creación y visitarlo es un acto de placer natural y de conciencia ambiental. Visítelo y puede que tenga suerte y logre divisar el monstruo que habita en sus aguas.