Orejas de silicona, la prótesis de la esperanza para quienes han nacido sin ellas

En Colombia, avanza con éxito la reconstrucción del pabellón auricular con prótesis de silicona para pacientes que por alguna razón no las tienen.

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En Colombia, avanza con éxito la reconstrucción del pabellón auricular con prótesis de silicona para pacientes que por alguna razón no las tienen.

Mauricio Chaparro es un paciente de la Clínica Rivas que por una deformidad congénita llamada Microtía (enfermedad que le ocurre a 1 de cada 10.000 personas), presentó anormalidad en su sistema auditivo, específicamente en el oído medio y con pérdida de su pabellón auricular derecho (oreja derecha). A través de la atención de especialistas le fue reconstruido el oído medio y ahora ostenta una oreja nueva hecha de silicona e integrada al hueso cuya similitud con una humana es impresionante.

La Reconstrucción del pabellón auricular con prótesis de silicona osteointegradas, es un sistema que desde hace varios años se viene implementando en Colombia “básicamente para personas que nacen sin orejas o que por alguna circunstancia la han perdido”, asegura el Doctor Jorge Escarpeta, Médico Cirujano Plástico de la Clínica Rivas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La microtia (pequeña oreja) o deformidad congénita ocurre a uno de cada 8.000 nacimientos en el mundo. Puede ser bilateral (ambas orejas) o unilateral (una de las orejas).

Normalmente los pacientes que nacen sin orejas, por lo general tienen malformaciones en el oído interno. Es por eso que hacia los siete años por lo general se opta por una reconstrucción de las orejas, pero por lo general quedan muy feas. Es por eso que esta alternativa se está implementando con mejores resultados.

El pabellón auricular es una estructura cartilaginosa (compuesta por cartílago y piel) cuya función es captar las vibraciones sonoras y re dirigirlas hacia el interior del oído. Sin la existencia de esta estructura helicoidal, que como un embudo canaliza el sonido, las ondas frontales llegarían al oído de forma tangencial y el proceso de audición resultaría menos eficaz, pues gran parte del sonido se perdería:

- Parte de la vibración penetraría en el oído,
- Parte de la vibración rebotaría sobre la cabeza y volvería en la dirección de la que procedía (reflexión).
- Parte de la vibración lograría rodear la cabeza y continuar su camino (difracción).

“Son frecuentes los problemas de audición de las personas que no tienen orejas, de ahí la importancia de poder adecuárselas con la mejor técnica hasta ahora utilizada”, declaró Escarpeta.

En la actualidad Mauricio cuenta con unas hermosas orejas, las cuales gozan de funcionalidad: se las puede quitar y poner, escucha muy bien, vocaliza muy bien y hace una vida normal.”Además me siento muy bien porque nadie nota que son de silicona integradas por tornillos a mi cabeza”. Solo me falta una cirugía más para colocarme un implante y quedo listo, agrega con una gran sonrisa en sus labios.