Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración a María Auxiliadora para pedir ayuda en grandes dificultades

María Auxiliadora te brindará la ayuda que tanto necesitas en las más grandes dificultades o en diversos problemas; te enseñamos una oración para ello.

Poderosa oración para pedir ayuda en grandes dificultades y problemas. Foto: Shutterstock
Poderosa oración para pedir ayuda en grandes dificultades y problemas. Foto: Shutterstock

María Auxiliadora te brindará la ayuda que tanto necesitas en las más grandes dificultades o en diversos problemas; te enseñamos una oración para ello.

Fue San Juan Bosco quien otorgó el nombre de María Auxiliadora a la Virgen María; “la Virgen quiere que la honremos con el título de María Auxiliadora: corren unos tiempos tan tristes que ciertamente necesitamos que la Santísima Virgen nos auxilie para conservar y defender la fe cristiana”, dijo.

Fue de esta manera como construyó un templo en su nombre, y comenzó a conceder numerosos milagros; no obstante, fue San Pío V quien pidió que se le incluyera en las letanías, e inició la celebración de María Auxiliadora, la cual se da cada 24 de mayo.

Tú también puedes ser beneficiado por el poder de María Auxiliadora, haciéndole tus peticiones más especiales; en esta ocasión te enseñamos una oración para solicitar su ayuda, especialmente en las más grandes dificultades y problemas, compartida por el portal ‘Yo creo en Dios’.

Oración para pedir ayuda

María Auxiliadora, Santa señora llena de gracia, esperanza y auxilio de la humanidad, que con amor nos das paz y tranquilidad, oh madre de Dios, puerta del cielo, me encomiendo a tu santa custodia, recíbeme como fiel hijo tuyo, mírame con tu habitual clemencia, y socórreme en mis sufrimientos y problemas.

Te suplicamos ¡oh Madre! Que no apartes nunca tu piadosa mirada de la juventud expuesta a tantos peligros, de nosotros los pecadores y de las almas del purgatorio: sé para todos ¡oh María! Dulce esperanza, Madre de misericordia, puerta del cielo.

Oh purísima, dulce y bella María, nuestro consuelo y protección, solo con decir tu dulce nombre siento que la pena y el dolor se van, nunca me faltes, Reina y Señora, dame tu auxilio en todo momento y lugar, dame tu ayuda incomparable sobre todo en la adversidad.

Oh María Auxiliadora, refugio de amor infinito, alegría de nuestras vidas, con mi corazón lleno de fe acudo a ti, implorando con toda humildad tu siempre generoso auxilio, en ti confío, en ti deposito mi esperanza, ven a mi vida Madre celestial.

Oh María, Madre del amor hermoso, a tus pies deposito confiadamente mis dificultades, mis necesidades y problemas, tú que eres mediadora de todas las gracias y nos acoges con amor maternal en tu amable corazón, ayúdame e intercede por mí, ante el Señor, recibe con comprensión y piedad mis súplicas y haz que reciba este especial favor: (cuéntale tus problemas y pide su milagrosa ayuda).

Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en el que me encuentro. Oh María, Madre de misericordia, Madre bondadosa y tierna, tú que incontables milagros has prodigado, haz que yo también sienta la maravillosa eficacia de tu poderosísimo y siempre efectivo auxilio.

Abre mis caminos ante tantas dificultades, trae a mi vida paz, amor, bienestar y alegría, confórtame en las penas, protégeme en los peligros, apóyame en las luchas, dame fuerza en la debilidad y concédeme el favor especial que, con tanta fe y esperanza, he pedido en esta oración si es del agrado de mi amado Dios y Señor.

Madre nuestra Auxiliadora, trono de gloria y sabiduría, alcánzanos la gracia de imitar tus virtudes particularmente tu humildad profunda y amorosa caridad que representas, y enséñanos a amar a Dios y a nuestros hermanos, como les amas tú; haz que nuestro amor a los demás sea siempre paciente, humilde, tolerante, respetuoso, y pide a tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, nos conceda el perón de nuestros pecados y ofensas, y la salud del cuerpo y del alma.

¡Oh virgencita adorada, María Auxiliadora!, haz que en las tentaciones te invoquemos con toda confianza; Madre linda, buena, amable y piadosa, que por el amor que nos tienes, nos alientes de tal modo que salgamos victoriosos contra el enemigo del alma, te lo pido por Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Así sea.