Por: David Ferrer • Colombia.com

Magia para el amor: Ritualizando el romance en el día de San Valentín

Desde simples gestos con rosas, hasta baños ceremoniales, cada acto está impregnado de significado para el amor verdadero.

Foto: Pexels
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Desde simples gestos con rosas, hasta baños ceremoniales, cada acto está impregnado de significado para el amor verdadero.

Aunque en Colombia existe una tendencia a no celebrar el día de San Valentín debido a su percepción como una festividad ajena a la cultura nacional, es innegable que se ha convertido en una ocasión internacionalmente reconocida, y muchos han adoptado esta fecha como propia.

En este período de exaltación del amor, numerosas personas aprovechan la oportunidad para expresar sus sentimientos hacia sus seres queridos o para fortalecer sus relaciones existentes. Con el deseo de que el amor perdure y florezca, se han identificado una serie de rituales que pueden contribuir a este propósito.

Uno de estos rituales implica el uso de pétalos de rosa, donde se sugiere hervir los pétalos en agua mientras se escriben los nombres completos de la pareja en un papel, luego dispersar el líquido resultante por toda la casa para atraer y fortalecer el amor.

Otro ritual incluye el uso de una vela roja y pétalos de azafrán. Escribir los nombres de la pareja en un papel, encender la vela y recitar una afirmación que fortalezca el vínculo amoroso mientras la cera de la vela cae sobre el papel. Este papel se guarda junto con pétalos de azafrán para repetir el ritual cada seis meses.

Un baño de canela, que involucra hervir canela, miel y manzana roja, y utilizar la mezcla resultante para enjuagarse, es otro de los rituales sugeridos. Durante este proceso, se puede afirmar la multiplicación del amor y la madurez en la relación.

Finalmente, un ritual con fotografías y clavos implica fijar las imágenes de la pareja en una tabla de madera y colocar velas rojas a los lados. Se recita una frase destinada a invocar la unión de las almas, y una vez que las velas se consumen, se retiran y se desecha, mientras que las fotografías se mantienen en la tabla junto con un vaso de agua para limpiar las energías negativas.

Estas prácticas, aunque variadas, reflejan el deseo humano universal de cultivar y mantener el amor en sus relaciones, independientemente de la cultura o las tradiciones locales.