Expertos advierten que el consumo excesivo de analgésicos puede perforar el intestino

Los analgésicos son medicamentos que reducen o alivian los dolores de cabeza, musculares, artríticos o muchos otros achaques, así lo indican expertos de la biblioteca de medicina de Estados Unidos Medline Plus.

Existen dos tipos principales de analgésicos que se venden sin receta: el acetaminofén (Tylenol) y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina, el naproxeno (Aleve) y el ibuprofén (Advil, Motrin). 

Estos fármacos son usados comúnmente en la actualidad por un gran porcentaje de la población, ya que tienen la capacidad de reducir de forma inmediata molestias frecuentes; sin embargo, su consumo regular puede ser perjudicial para la salud.

Estudios recientes han revelado que entre los principales riesgos del uso frecuente de este tipo de fármacos es la dependencia, la cual se ha convertido en una preocupación creciente para los profesionales de la salud. 

Los expertos advierten que el uso excesivo y prolongado de estos medicamentos no solo puede llevar a efectos secundarios, sino también causar daños graves y potencialmente mortales en el sistema digestivo, como la perforación del intestino.

En la actualidad, más de 30 millones de personas toman diariamente medicamentos antiinflamatorios no esteroides, así lo indicó un estudio de la Universidad Semmelweis de Hungría que recientemente fue publicado en la revista Pharmacology & Therapeutics.

En este estudio, los especialistas determinaron que el uso regular de este tipo analgésicos puede traer consecuencias negativas para la salud de las personas. De acuerdo con lo analizado, quienes toman regularmente AINE pueden sufrir con mayor fuerza los síntomas de ciertas enfermedades y "causar disbiosis", es decir, "un desequilibrio en la microbiota intestinal, lo que podría afectar negativamente a las enfermedades subyacentes de los pacientes". 

Al respecto, el doctor Zoltán Zádori, líder del Grupo de Investigación Gastrointestinal del Departamento de Farmacología y Farmacoterapia de la Universidad Semmelweis, señaló que este desequilibrio podría afectar la salud de las personas y disminuir la efectividad de otros medicamentos. 

"Descubrimos que estas desviaciones bacterianas son similares a las causadas por los AINE. Esto plantea la posibilidad de que la disbiosis intestinal inducida por fármacos pueda empeorar las enfermedades subyacentes y limitar el efecto terapéutico de los fármacos antiinflamatorios no esteroides a largo plazo", puntualizó. 

Teniendo en cuenta lo anterior, los expertos recomiendan no utilizar estos fármacos de forma regular sino esporádica para aliviar molestias como dolores de cabeza. “Se puede considerar que más de tres días de uso ya es un uso que debiese estar vigilado o al menos recomendado por personal de salud", indicó Christian von Mühlenbrock, gastroenterólogo de Clínica Universidad de Los Andes.